Las lesiones son uno de los muchos detalles a los que debe atender un entrenador de un equipo profesional. A lo largo de toda una temporada -42 larguísimas jornadas en Segunda- y en una competición en la que en cada partido se juega al máximo, es normal que los futbolistas acaben tarde o temprano en el dique seco. Pero lo del Mallorca de esta temporada parece exagerado. Arana ha sido el último, y de una manera sorprendente por la forma poco habitual en que se lesionó. No hacía ni treinta segundos que estaba en el terreno de juego cuando se tuvo que retirar por lo que se supone una rotura fibrilar. De récord. Y todo apunta que 2015 ha acabado para el buen futbolista andaluz, incapaz de encadenar tres partidos por su propensión a lesionarse. Futbolistas como Arana ha habido muchos en la historia del fútbol. Un caso llamativo fue el del croata Robert Prosinecki, ex del Madrid y del Barcelona, que entraba en la enfermería con un golpe de aire.
Arana no es el único. Acuña, uno de los integrantes de "la mejor delantera de Segunda", empieza su quinta semana de recuperación, y le quedan tres. Moutinho ya suma tres jornadas ausentes tras una lesión que parecía de menor alcance. ¿Y Brandon? El jugador con más descaro de la plantilla ha pasado a ser jugador de segundas partes, para desgracia de Ferrer, que considera al canterano como el único capaz de marcar diferencias en ataque. Dicen que todavía le duele cuando golpea el balón. Dicen, porque nadie explica porqué el mejor jugador empieza en el banquillo desde que se lesionó.
