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El equipo

Una mejoría a cámara lenta

El Mallorca experimenta una enorme progresión en su juego, que se ha traducido en acumular tres jornadas sin perder - Cinco puntos de nueve posibles no son suficientes para salir del descenso, pero alimentan las ilusiones para el futuro

El francés Sissoko conduce el balón con la presión de dos jugadores del Mirandés durante el partido del sábado en Anduva. LOF

El Mallorca va a más, aunque a paso de tortuga. Lo mejor es que apenas se han disputado nueve jornadas y el margen de reacción es absoluto, pero lo cierto es que la sustancial mejoría en las últimas tres jornadas apenas se ha traducido en cinco de los nueve puntos posibles, lo que le mantiene en puestos de descenso. No obstante, es evidente que si continúa esta progresión, sobre todo en el juego, llegarán más alegrías. La transformación, a pesar de que en los resultados no se acabe de plasmar, es enorme, por lo que las nefastas imágenes en los encuentros ante el Alcorcón (2-0) o Huesca (0-1) ya queden atrás.

Más ocasiones

Al Mallorca le falta pegada, eso es una evidencia, pero el cambio del dibujo ha provocado que genere muchas más ocasiones de peligro. El doble pivote facilita que Javi Ros juegue mucho más liberado y que, con el apoyo de las bandas y el trabajo de Bianchi abriendo espacios, sea más fácil combinar cerca del área rival. Este era uno de los aspectos más criticados en las primeras jornadas, porque los bermellones apenas hacían daño al rival. Frente al Llagostera y Mirandés las ocasiones se sucedieron, aunque la falta de puntería impidió un balance de goles más amplio a favor. Eso sí, en Anduva se marcó más de un tanto por primera vez en todo el curso, un buen síntoma para el equipo menos realizador de la Liga Adelante.

Mayor solidez

El equipo se está mostrando mucho más seguro a la hora de defender, aunque en este sentido todavía debe mejorar. Pero Albert Ferrer ha conseguido, más allá de que los resultados pudieran ser mejores, frenar la exagerada sangría de goles encajados en las tres últimas temporadas, con la temporada del descenso a Segunda División incluida. En Miranda fue penalizado por los errores de Timon, pero el Mallorca se está mostrando más sólido y la zaga sufre menos en las últimas jornadas. Es el primer paso para crecer desde atrás hacia adelante porque, ante la falta de puntería, los rojillos deben tratar de recibir menos goles.

Crecimiento de Sissoko y Ros

Se han ganado a pulso ser titulares indiscutibles. El paulatino crecimiento en su juego es notable, lo que se traduce en una gran influencia en el rendimiento del equipo. Y aunque no sea su obligación, ambos son los máximos goleadores del Mallorca con dos tantos cada uno. Sus aciertos, además, han supuesto puntos para los suyos. El francés es de corte defensivo, pero está aportando su fuerza y llegada a nivel ofensivo, tal y como demostró ante el Llagostera y Mirandés con sus dianas. Ros incluso llegó a perder la titularidad, pero la decisión de Ferrer de restarle obligaciones defensivas le ha hecho protagonista. Llega mucho más al área rival y combina con fluidez con el resto de hombres de ataque, más allá de los goles anotados.

Campabadal va a más

El catalán está aportando desde el lateral y desde el extremo. Llegó en verano procedente del Córdoba por recomendación de Ferrer y, después de un inicio discreto, está contribuyendo al juego gracias a su potencia y actitud. Es un zaguero, pero tiene mucho oficio cada vez que cruza el centro del campo para ayudar en ataque. Con Company en el lateral, que también está a un buen nivel, demostró sobradamente que pueden compartir el flanco diestro, con el tarraconense como centrocampista. Eso sí, en Anduva dejó claro que también puede hacer daño desde el lateral. Ataca con velocidad y tiene pase, aunque eso sobre el papel no sea una de sus tareas.

Laterales con salida

Hacía tiempo que los laterales del Mallorca no eran tan protagonistas en el juego ofensivo del equipo. Joan Oriol y Biel Company, o en su defecto Campabadal, están cumpliendo en sus labores defensivas, pero sus internadas en ataque son sinónimo de peligro. De hecho, tanto el ex del Villarreal como el de Maria de la Salut se han convertido en asistentes de los dos goles de Sissoko tras sendos contraataques. Company se convirtió en extremo para ceder el tanto ante el Llagostera y Oriol hizo lo mismo en el primero ante el Mirandés.

El banquillo aporta

Ferrer lo celebró en la rueda de prensa posterior al empate ante el Mirandés. Sin ir más lejos, Pereira y Brandon le cambiaron la cara al equipo en la segunda parte, justo el efecto que buscaba el entrenador catalán. Ya sucedió algo similar ante el Llagostera con el francés, que también creó peligro en los últimos minutos tras empezar en el banquillo. Con este sistema muchos hombres de ataque se quedarán fuera, por lo que es una buena noticia que aporten cuando es necesario. El fondo de armario es imprescindible para tener éxito.

Irregularidad de Timon

El portero debe solucionar su irregularidad. Es una evidencia que salvó al Mallorca con soberbias paradas, ante la Ponferradina y Numancia, por ejemplo, pero también que sus errores condenaron a los suyos frente al Oviedo o Mirandés. Solo tiene 19 años y sus cualidades son enormes, pero si se equivoca menos los rojillos se lo agradecerán.

El bajón de Yuste

Es el timón de este Mallorca, pero es uno de los pocos puntos negros de estos últimos encuentros. Ha bajado su rendimiento y comete errores antes inéditos. Es verdad que ahora juega más retrasado que nunca, pero está más torpe de lo habitual. Y falló en el primer tanto del Mirandés.

La falta de definición

Al Mallorca le cuesta mucho marcar goles y necesita demasiadas ocasiones para materializarlos. Pocos discuten el trabajo oscuro de Bianchi, pero el italiano ha llegado para marcar las diferencias a base de goles. No obstante, no es el único responsable de la falta de puntería del equipo, un aspecto que debe solucionarse lo antes posible. Eso sí, generando ocasiones será más fácil conseguirlo.

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