Timon; Company, Aveldaño, Costas, Oriol; Yuste, Sissoko, Ros; Campabadal, Arana y Bianchi. Memoricen este equipo porque, salvo sorpresa, será la base sobre la que trabajará Chapi Ferrer en las próximas semanas. A excepción de Timon, convocado por la selección sub´21 de Alemania, sustituido por Cabrero, este fue el equipo que sumó ante la Llagostera la segunda victoria de la temporada y el que, presumiblemente, se enfrentará el próximo sábado al Mirandés en Anduva.
Ferrer ha necesitado siete jornadas para encontrar los jugadores que le deben sacar del atolladero en que se ha metido y del que todavía no ha salido, al encontrarse el equipo en zona de descenso. Después de perder ante el Huesca en Son Moix, el que fuera lateral derecho del Barcelona preparó una pequeña revolución, tanto en el sistema como en los jugadores. Pasó a jugar en Oviedo con un trivote en el centro del campo que le dio resultado. El equipo consiguió un punto en el Tartiere pero, lo más importante, ofreció una imagen muy diferente a la mostrada en partidos precedentes. Yuste y Sissoko son intocables en el centro del campo y Ros juega algo más adelantado, con libertad de movimientos y sin obligaciones defensivas. De esta manera se está viendo la mejor versión de este jugador. Si en Oviedo fue el autor del gol que al final valió un punto, ante la Llagostera fue uno de los más clarividentes en ataque. No marcó, pero estuvo muy cerca en varias oportunidades.
Pero, sin duda, la mejor noticia ante la Llagostera, además de la victoria, fue la consolidación de la nueva sociedad que forman Company y Campabadal. El de Santa María y el catalán jugaron juntos su segundo partido en sus respectivas demarcaciones, pero parece que lo llevan haciendo toda la vida. Campabadal, discreto en defensa, se ha destapado como interior. Es agresivo y descarado. No tiene miedo de encarar al defensa que le salga al paso. Así, muchas de las acciones de peligro llegaron por su banda. Por su parte, Company, en quien ha llegado a cundir el desánimo por la falta de oportunidades, ha sido el gran beneficiado de las modificaciones presentadas por Ferrer. La subida de Campabadal a la demarcación de interior le ha abierto las puertas de la titularidad en el lateral derecho. Y parece estar dispuesto a hacerse definitivamente con el puesto. Ante la LLagostera fue de los mejores, si no el mejor. Siempre atento en defensa, tuvo arrestos para incorporarse al ataque. Y de una de sus subidas llegó el gol de Sissoko, que aprovechó un medido centro del de Santa Maria para batir a la Llagostera y dar los tres puntos a su equipo.
En punta, y tras la lesión de Acuña, que le mantendrá dos meses apartado de los terrenos de juego, la presencia de Bianchi se hace imprescindible. El italiano no está marcando de momento las diferencias. Apenas suma un gol y tiene poco protagonismo en las acciones de ataque del equipo. De las muchas que se crearon el domingo, participó en muy pocas. Eso sí, hay unanimidad en destacar su enorme sacrificio en bien del equipo. Presiona la línea defensiva rival, domina los balones por alto y combina bien con sus compañeros. La titularidad es suya, y más teniendo en cuenta que Coro apenas cuenta para Ferrer, al menos en este comienzo de temporada.
Brandon está llamado a tener un hueco en el once de Ferrer. La pregunta es: ¿de quién prescinde? Al técnico catalán le gusta el canterano por su descaro, su entrega durante los noventa minutos y su clarividencia en ataque. Antes o después está llamado a ser titular.
Ferrer dispone de una plantilla amplia para trabajar, pero en el fondo cuenta con poco más de quince futbolistas. Ya no queda ninguna duda de que jugadores como Tobías, Hugo Gomes, Truyols y Fofo no son del agrado del técnico. A los dos últimos se les intentará buscar una salida en el mercado de invierno porque su situación no agrada ni al club ni a los propios futbolistas, que están en una edad para jugar y relanzar su carrera, que todavía están a tiempo. Por lo demás, el once está perfectamente definido, con un par o, a lo sumo tres, jugadores preparados para entrar.
