Cuando Javi Ros conectó la pelota con la puntera de su bota derecha quitó buena parte de la ansiedad que acogotaba al Real Mallorca estas últimas jornadas. Con su gol el navarro puso fin a 356 minutos sin que su equipo viera puerta. El tiempo que va entre el tanto de Bianchi ante el Bilbao Athletic, en la lejana tercera jornada, y el que supuso adelantarse en el marcador ante el Oviedo.
La sequía ha terminado, pero el problema está lejos de resolverse. Los tres goles que acumula el conjunto bermellón después de siete jornadas de Liga son un bagaje insuficiente para un equipo que teóricamente aspira a terminar la Liga entre los primeros clasificados.
El gol de Ros tampoco servirá para aliviar la ansiedad que a estas alturas ya deben sentir Bianchi y Acuña, dos delanteros que llegaron a la isla para ser protagonistas y marcar diferencias en la categoría. Su cuenta personal después de ser titulares en la mayoría de los partidos deja mucho que desear: un gol del italiano y ninguno del paraguayo.
“Hay que trabajar más en ese aspecto”, declaró ayer en rueda de prensa un Ferrer al que no le quedó más remedio que reconocer que el Mallorca apenas ha progresado en el capítulo del remate. En Oviedo el Mallorca combinó y mostró un notable repertorio de llegadas al área de Esteban, pero en los metros finales, allí donde se deciden los partidos, fue el mismo equipo inocente de jornadas anteriores. El conjunto bermellón hizo mucho ruido en ataque, pero la realidad es que solo ejecutó dos disparos con peligro entre los tres palos, incluyendo el gol.
A Bianchi le sobró motivación, pero le faltó inspiración para terminar todo lo que empezaba. El italiano tuvo el 0-2 en un latigazo que detuvo Esteban, pero no inquietó más al guardameta asturiano.
Al menos se ganó la titularidad una jornada más. El delantero es todavía un esbozo de lo que tiene que llegar a ser en el Mallorca, pero la inteligencia de la que hace gala en el terreno de juego con movimientos y pases que desequilibran al rival, le confirman como un elemento imprescindible en el ataque bermellón. Claro que al final su rendimiento se medirá en función de la cantidad de goles que materialice.
Remontar posiciones e instalarse en lo alto de la clasificación requerirá una mejora notoria de las prestaciones del Mallorca en el capítulo ofensivo. Al menos el equipo ha ganado para la causa a Moutinho, espléndido en el Tartiere. El luso será clave si es capaz de mantener la regularidad durante la Liga.
