Aunque mal de muchos ya se sabe qué clase de consuelo es, en Zaragoza se quejan de lo mismo: reforzada su defensa o el concepto defensivo, que no es lo mismo, les falla la artillería. Y siempre es más fácil recurrir a explicaciones complicadas que topar con las más obvias, que suelen ser las sencillas. En el caso de los maños recordar que ya ni tienen a Eldin ni a Borja Bastón y por lo que al Mallorca atañe, tan fácil como reconocer que sin Marco Asensio no hay asistencias y Xisco aún no tiene sustituto.
El actual jugador del Espanyol fue un regalo del expresidente Gabriel Cerdà al Real Madrid, con la inestimable colaboración del actual, Utz Claassen. Una operación que nunca estuvo clara y ante la cual el alemán cambió sorprendentemente de opinión. Y digo que fue un obsequio no porque ahora ya se haya ganado a toda la afición periquita y a sus nuevos compañeros, sino porque su proyección era obvia y su precio se hubiera disparado un año más tarde. Repasemos las hemerotecas y veamos cómo y quién lo hizo, además de las declaraciones de tirios y troyanos.
Por lo que se refiere al delantero que continúa en el Córdoba, cualquiera mínimamente metido en el mercado sabe que el importe de su ficha anual era imposible para la tesorería bermellona, por muchas falsas esperanzas que se quisieran dar.
Desde esta misma columna nos hemos pasado el verano advirtiendo que suplir estas dos ausencias, más la del ahora jugador del Las Palmas Pedro Bigas, era un reto complicado para la dirección deportiva. En la tesitura actual hay quien echa de menos incluso a Martí, dicho sea con todo respeto. La cuestión es si el equipo de Ferrer es mejor o peor que el del Nanu. Todavía hay que esperar para clavar la respuesta.
