­El Real Mallorca ha concluido la sexta jornada como colista de Segunda División, un golpe psicológico para un equipo que no va precisamente sobrado de confianza. El conjunto bermellón suma cuatro puntos, los mismos que el Llagostera, pero el ´golaverage´ general condena a los rojillos a la última plaza. El conjunto catalán logró un valioso empate en el feudo del Girona.

Por encima hay seis equipos empatados a seis puntos en una clasificación muy apretada. Almería y Mirandés son los otros dos compañeros de viaje del Mallorca en el furgón de cola.

La Segunda División está deparando muchas sorpresas en este inicio liguero porque ninguno de los teóricos candidatos al ascenso ha conseguido asentarse en la parte alta de la tabla después de seis jornadas. Los casos más llamativos son los del Mallorca y del Almería, pero tampoco Córdoba, Valladolid y Zaragoza logran despegar.

Todo apunta a que esta va a ser una de las ligas más igualadas y competidas de los últimos años. Lo demuestra el hecho de que Osasuna es el líder provisional de la tabla después de haber sumado trece de los dieciocho puntos que se han disputado. El Elche, segundo, contabiliza once.