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Preferiría no hacerlo

Descalabro

El proyecto ha nacido torcido porque Claassen y Nadal han fallado con la elección del entrenador, la única decisión del verano que no concedía margen de error

El problema de Utz Claassen es que no es un recién llegado. Su proyecto es joven, pero él lleva casi cinco años desfilando por la planta noble de Son Moix y es inevitable que una gran parte del mallorquinismo le asocie con la etapa negra de Serra Ferrer y Biel Cerdà. El presidente debería entender que la sonora bronca de la que fue objeto el sábado no está motivada únicamente por este lamentable inicio de Liga, sino que hunde sus raíces mucho más atrás en el tiempo. Lo que oyó fueron gritos de impotencia por cuatro temporadas en las que un digno Mallorca de Primera División ha derivado en un espantajo. Es normal que la grada esté harta de fiascos y de futbolistas sin personalidad que se derrumban ante el primer contratiempo.

"Muy optimista"

Este verano Claassen ha obrado una especie de milagro económico al situar el tope salarial de la plantilla en seis millones de euros, pero nadie se lo va a agradecer si ese músculo no se transforma en victorias. Al contrario, es mayor la frustración cuando se evidencia que el cuarto equipo más poderoso de la categoría no es capaz de ejecutar un solo disparo a puerta en noventa minutos. El proyecto del ascenso y del Centenario ha nacido torcido porque el presidente y Miquel Àngel Nadal han fallado en la única decisión que no permitía margen de error: la elección del entrenador. Albert Ferrer se define siempre como una persona "muy optimista"; solo así se explica que se pasa todo el partido aplaudiendo los errores de sus futbolistas.

´Escuela Barça´

Un técnico incapaz de maniobrar durante el partido para corregir el rumbo de su equipo y de ofrecer un análisis mínimamente lúcido ante los micrófonos está condenado al fracaso. Queda claro que la ´Escuela Barça´ no marida con una Segunda División que exige más sudor que toque, aunque ni una cosa ni la otra tiene el Mallorca de Ferrer. Es muy probable que el Chapi no sobreviva a la muy probable derrota en Oviedo, pero ya cavó su tumba el sábado cuando dijo con un hilo de voz que "hay que seguir trabajando". Eso es exactamente lo último que afirmaron Karpin, Carreras, Oltra y Caparrós antes de ser destituidos. Soler se lo ahorró porque ya sabía lo que le esperaba.

Un club derrotado

Se sabe cómo empieza una crisis, pero no cómo acaba. El club está derrotado en su vertiente deportiva, social e institucional. Lo dice la clasificación y la imagen de Monti Galmés encarándose con un aficionado al término del partido contra el Huesca. Es cierto que el fútbol concede cada semana una posibilidad de redimirse, pero esto pinta muy mal. El colista no tiene esta vez un Marco Asensio del que echar mano, así que aguarda un triste Centenario. Esperemos que no sea dramático.

Repartiendo carnets

Hartan los que aprovechan la menor ocasión para mezclar política con deporte, por supuesto según su conveniencia. Y hartan los que -sobre todo periodistas- se han metido en una cruzada para exigir a los deportistas catalanes que se pronuncien sobre si se sienten más de aquí o más de allá. Y en la cima de la desvergüeza se ha situado Miguel Cardenal, quien ya ha amenazado con una Liga sin Barcelona ni Espanyol en caso de que triunfen los postulados independentistas en Catalunya.

Acelerón de Lorenzo

El Mundial más abierto de los últimos años lleva el nombre de Jorge Lorenzo. El mallorquín, triunfador en Aragón, nunca se rinde, y si no comete un error fatal que le lleve al suelo en alguna de las cuatro carreras que quedan para la conclusión, levantará su tercer título de MotoGP.

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