El Real Mallorca no se ha planteado la destitución de Albert Ferrer. Pese al errático inicio del equipo, que después de cinco jornadas ocupa plaza de descenso, existe en el club el convencimiento de que con el paso de las jornadas el grupo bermellón remontará el vuelo. Y el puesto del entrenador, el eslabón más débil de la cadena cuando hay una crisis deportiva, no peligra. "Mi confianza en el equipo y en el Chapi no se ha reducido ni un uno por ciento", aseguró ayer Utz Claassen a DIARIO de MALLORCA.
Ferrer seguirá en el banquillo pase lo que pase en la visita del Huesca el próximo sábado. El presidente del Mallorca sigue pensando que la elección del técnico, fruto de un ´cásting´ que involucró a una quincena de entrenadores, fue la correcta.
En la parcela deportiva hay decepción por el hecho de que el Mallorca esté en el furgón de cola de la clasificación, pero de momento se ve la botella medio llena: los resultados no son buenos, pero se aprecia una tendencia al alza en el juego del equipo.
El conjunto bermellón cayó con estrépito en el debut en Alcorcón, ofreciendo una imagen lamentable. Pero desde entonces ha habido una progresión que se puso de manifiesto ante la Ponferradina, el filial del Athletic y, sobre todo, el pasado domingo en el feudo del Nàstic donde, pese a la derrota, el Mallorca jugó los mejores minutos de la temporada.
Relevos fracasados
Asimismo, en la parcela deportiva también se valora que este curso el grupo bermellón es un equipo mucho más sólido atrás y que al menos en los dos partidos disputados en Son Moix contra la Ponferradina y el Numancia no se encajaron goles.
Claassen siempre ha manifestado que una de las razones que explican el declive deportivo del Mallorca las últimas tres temporadas es la sucesión de entrenadores que han pasado por el banquillo bermellón. El presidente cree que relevos realizados a destiempo y elecciones equivocadas han influido en la caída en picado del equipo desde la temporada del descenso.
Él mismo erró cuando, de acuerdo con Miquel Àngel Nadal, contrató a Miquel Soler para reemplazar a Valeri Karpin la pasada campaña. La posición del ruso era insalvable después de muchas jornadas acumulando derrotas y decepciones, pero el regreso de Soler acabó en fiasco.
No habrá relevo en el banquillo salvo que la situación sea insostenible, y nadie en el Mallorca se plantea ese escenario. Algunos de los quince fichajes todavía no han cuajado, pero en el club sigue valiendo el argumento de que la plantilla necesita más tiempo para conjuntarse.
El objetivo del ascenso tampoco ha variado. Ni el club, ni el cuerpo técnico variarán el discurso y la meta sigue siendo pelear por volver a Primera División. También es evidente que si el Mallorca no empieza a encadenar victorias desde este mismo sábado, habrá que pensar únicamente en la permanencia.
El club presentó a Ferrer como el entrenador del ascenso y del Centenario, y confía en que los resultados acabarán avalándole y terminará la temporada como técnico bermellón.
De este modo, a día de hoy no está sobre la mesa ninguno de los entrenadores con los que se habló en su día y que a día de hoy no tienen equipo. Son los casos de Fernando Vázquez, Juan Antonio Anquela y Quique Setién, entre otros. Pero ninguno de ellos ha recibido una llamada de Son Moix.
