Primer examen de la temporada. El Mallorca del Centenario se juega gran parte de su crédito esta tarde ante el Numancia (17:00 horas, Son Moix), líder de un campeonato que está en sus albores. Después de un inicio de temporada decepcionante para afición, plantilla, cuerpo técnico y directiva, el equipo rojillo se juega algo más que los puntos y el orgullo: la validez de un proyecto que arrancó con aspiraciones de ascenso y que tras el ridículo en la Copa del Rey (0-2 con el Huesca) buscará dar suficientes sensaciones positivas como para ofrecer la permanencia como un valor seguro.

Todos se juegan mucho hoy. Excepto la afición. Técnicos y futbolistas se someterán al juicio de los aficionados rojillos, que han pasado en menos de un mes de la ilusión veraniega al pesimismo otoñal pese a que el verano todavía no ha bajado la persiana.

Los partidos en Alcorcón, el nuevo San Mamés y el del pasado jueves en Son Moix han dañado el ánimo de los mallorquinistas, que esperaban que la reestructuración gestionada en la secretaría técnica permitiera disfrutar de una plantilla lo suficientemente capacitada como para luchar por estar en la lucha del ascenso.

Tres jornadas después, la realidad es que el Mallorca ha caído ante rivales de menos nivel y que la victoria que ondea en su casillero se consiguió por la mínima, de penalti y ante un rival -Ponferradina- que saltó al Iberostar Estadi con el freno de mano puesto.

Para dar un vuelco a la situación e insuflar ánimos a tan decepcionada afición, el técnico Albert Ferrer apostará por casi los mismos que en tres jornadas han sido incapaces de ofrecer una imagen de equipo serio y compacto.

Con Timon de portero, en la defensa Campabadal volverá a ser titular pese a las lagunas, básicamente defensivas, que ha mostrado. Joan Oriol es fijo -no hay otro- en el lateral zurdo y Ferrer quizás le ponga otro compañero a Aveldaño en el eje de la zaga: si jugase David Costas en detrimento de Kasim, será la quinta pareja de baile del argentino en los dos meses que lleva en el equipo.

En el centro del campo repetirá Javi Ros. Y seguramente Yuste. Elegidos a dedo como las dos piezas básicas del motor rojillo, ni su ineficacia ni su mal momento de juego evitarán su titularidad. Otra cosa sería sorpresa.

Donde no habrá es en las bandas ni en el ataque. Pereira, Arana y Brandon en la mediapunta; sota, caballo y rey, porque tampoco hay más. Igual que arriba: Acuña será el llanero solitario, con Corominas en la recámara. Con él estarán los Company, Sissoko, Damià, pero no Truyols y Fofo, fuera de la lista. Muchas balas, pero parece poca dinamita para resquebrajar al Numancia.

Los sorianos llegan como líderes a Palma. En tres jornadas solo han cedido un empate y han marcado 9 goles, aunque atrás han ofrecido facilidades. En ataque siguen dependiendo de la calidad de Julio Álvarez y de la experiencia de habituales como Ripa, Juanma, Vicente o Natalio, pese a que la llegada de Jagoba Arrasate le ha dado otro aire a un equipo menos compacto pero más ofensivo.

No será un contrincante fácil ni cómodo para un Mallorca que aún persigue su razón de ser tras una pretemporada plagada de cambios en su plantilla y con pocos momentos de fútbol.

Ganar hoy se presume indispensable. Para que la afición se apacigüe y no recrimine a la propiedad, ni al técnico ni a los jugadores, esos momentos en los que se ha sacado pecho y se han autopostulado como candidatos al ascenso. Cierto es que queda mucha Liga y que el equipo tiene tiempo más que suficiente para ir hacia arriba. Pero toca demostrarlo. Es un buen día para hacerse valer.