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Análisis

Salir a empatar para perder

Empezamos por consignar que Ferrer optó por la fórmula del Nanu Soler. Doble lateral en la banda diestra con Company por delante de Edu Campabadal. El Chapi, detalle aparte, empezó la liga con clara vocación defensiva. De casta le viene al galgo. A lo sumo dos medias puntas, Fofo y Brandon. Total, para poco. Durante toda la primera parte esa banda fue una autopista para el Alcorcón. Por allí vino el gol y todo el peligro, en parte por fortuna porque Nelson, el lateral derecho local, se cansaba de subir sin que le viera nadie.

No haría falta añadir que, con semejante dibujo conservador y un ataque tan disminuido, permitió al portero amarillo prolongar sus vacaciones. Los jugadores del Mallorca se las pasaron ensayando un sistema que ayer cambió sin ton ni son.

En descargo de los más desfavorecidos, cabe señalar que Tobias se las ve y se las desea para dominar su zona. El cruce a la espalda de su lateral tampoco es su fuerte. Las ayudas de Yuste en la banda curiosamente más poblada y más débil a la vez, no eran suficientes. Descolocado casi siempre, permitió el dominio del medio campo a los de López Muñiz que, sin alardes, tuvieron el partido donde querían.

Disponer de cuatro carrileros, dos de ellos en el banquillo -Arana y Pereira- para fiar el resultado a la fortuna de un error del anfitrión o una jugada aislada, es bastante menos de lo que se le debe exigir a Ferrer, aunque el tiempo dirá si a la vista de las circunstancias se imponen nuevos fichajes: un central, un centrocampista organizador y un delantero como mínimo.

Si alguien creyó que tras el descanso el panorama iba a ser distinto, se equivocó. Bueno, no. Cambió muy ligeramente con la entrada in extremis, ya con dos a cero en contra, de los mencionados Arana y Pereira. Un poco tarde para rectificar. Aún así los de Santo Domingo, ya con el marcador asegurado, cedieron terreno a la espera de una contra para darle más brillo a un triunfo frente a un visitante notoriamente inferior en ideas, concepto de juego, individualidades y planteamiento. ¿Hace falta algo más? Sí, mejores mimbres y muchísima más ambición si se puede. Esta es la gran pregunta, todavía sin respuesta.

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