El Real Mallorca ha terminado una pretemporada de claros y oscuros. Siete partidos amistosos después, el sábado aguarda el Alcorcón para empezar un curso en el que se exige volver a Primera División. El grupo de Albert Ferrer termina un mes y medio de preparación con un saldo de dos victorias, dos derrotas y tres empates.
Los resultados son irrelevantes, pero no lo es que el conjunto bermellón haya marcado únicamente dos tantos en los últimos cuatro partidos -uno de ellos de penalti-. También es cierto que el Mallorca se ha confirmado como un equipo al que resulta muy difícil hacerle gol. La consecuencia es que de esta pretemporada han salido mejor parados los defensas que los delanteros.
La portería es la demarcación que más seguridad ofrece. Ferrer ha repartido minutos de manera equitativa entre Cabrero y Timon, por lo que es imposible saber cuál será su guardameta titular. El oscense ha hecho gala de su habitual solvencia, mientras que el alemán ha demostrado un buen nivel y una rápida adaptación.
Los laterales también ofrecen garantías, aunque falta un zurdo que compita con Joan Oriol. El catalán es una de las sorpresas agradables del verano: tiene contundencia, regate y buena colocación. En la derecha Company ha demostrado estar un escalón por encima de Campabadal, expeditivo pero inseguro cuando se atreve a subir.
El centro de la defensa necesita apuntalarse con otro refuerzo. Aveldaño cumple y contagia su energía a los demás, pero hay más dudas acerca de quién le acompañará. Tobias tiene cualidades, pero es propopenso a cometer imprecisiones que el domingo costaron un gol. Hugo Gómes parece un central aseado, pero Ferrer le ha concedido poco protagonismo. Y Truyols, lesionado los dos últimos partidos, ha sido el futbolista irregular del pasado curso.
El mediocentro ha alumbrado una revelación y una decepción. Damià ha deslumbrado cuando Chapi le ha dado el volante del equipo y su gran progresión le ha valido un contrato de cuatro temporadas. También Tià Sastre ha ofrecido su mejor versión y llama con fuerza al primer equipo.
En cambio Javi Ros, de quien se espera mucho esta temporada, sigue siendo un futbolista muy gris. El navarro sube el listón cuando juega en la mediapunta, pero de momento Ferrer piensa en él como pareja de Yuste.
El murciano será un pilar del equipo cuando tenga ritmo de partidos. Una operación en la clavícula le impidió debutar hasta el Ciutat de Palma. El domingo también tuvo minutos ante el Poblense, pero todavía sufre por su falta de acoplamiento. Y su papel exige una perfecta sincronización con sus compañeros.
Las bandas están bien aseguradas con futbolistas con talento. Moutinho es otra de las revelaciones del verano. Fue una petición expresa de Ferrer y su fichaje no entusiasmó, pero va sobrado de verticalidad, regate y velocidad.
Pereira y Arana también están llamados a jugar un papel muy importante. El francés dejó destellos ante el Poblense y un golazo, pero ha completado una pretemporada marcada por una lesión y su propia irregularidad. El andaluz, por su parte, debutó en sa Pobla tras superar una larga lesión y se encuentra en fase de rodaje.
Brandon no ha estado a la altura de las expectativas. Es otro de los canteranos que este curso dará el salto al primer equipo y su verano ha tenido claros y oscuros. Su talento puede decidir marcadores, pero es demasiado individualista.
A Lima, por su parte, le queda mucho camino por recorrer para llegar a ser importante en el Mallorca del Centenario.
Su compatriota Luis Carioca marcó un gol en su debut, pero su sobrepeso y el límite de dos extracomunitarios le condenan al filial.
Joselu ha sido otra de las decepciones del verano. Impreciso y nervioso, el domingo coronó una mala pretemporada con una autoexpulsión.Cedric tampoco se está ganando el sitio. Ha sido irrelevante casi siempre que ha jugado y puede que acabe yéndose cedido. Coro y Acuña, finalmente, neceistan más rodaje.
