La RFEF autorizó ayer al Real Mallorca y al Levante jugar el Ciutat de Palma el martes 11. Los clubes necesitaban el permiso federativo porque ese mismo día Barcelona y Sevilla disputarán la Supercopa de Europa. La otra fecha que barajaba la entidad balear era el miércoles 12, pero ese día habrá un concierto de Alejandro Sanz y en el club había temor a que eso restara mucha afluencia de público a Son Moix.

El Mallorca considera que el Levante, que milita en Primera División, será una buena piedra de toque para empezar a calibrar el potencial de una plantilla que para entonces ya estará madura y preparada para empezar la competición oficial. También será la primera ocasión en la que el levantinista Víctor Casadesús se reencuentre con el mallorquinismo después de su marcha en el mercado de invierno de 2014.

El partido significará el debut en Son Moix de todos los fichajes estivales que se hayan firmado hasta entonces y la primera vez de Albert Ferrer en el banquillo bermellón.

Previsiblemente el once titular que se mida al conjunto valenciano será muy parecido al que empiece la competición oficial días después en el feudo del Alcorcón. Será el sexto amistoso de la pretemporada y de momento la institución bermellona no ha cerrado ninguno más.