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Un descenso no tan traumático

Los 10.000 euros presupuestados para cada ficha del filial dificultaban hacer un equipo competitivo en Segunda B - El club sigue confiando en Olaizola Brandon, Cedric y Cortés apuntan al primer equipo - Los técnicos harán trabajo anímico con One y Kasim

Los jugadores del filial, desolados después de consumarse el descenso. tooru shimada

El descenso del Mallorca B consumado el pasado domingo se presta a varias lecturas. En Son Bibiloni asumen que jugar en la Tercera balear supone un importante paso atrás por el bajo nivel de la categoría, pero recuerdan que en las actuales circunstancias supone un alivio económico. El presupuesto para el filial de cara a la próxima temporada era ínfimo: 10.000 euros de media para cada jugador, lo que habría imposibilitado reforzarse con futbolistas de fuera de la isla.

Javier Olaizola se quedó muy tocado después de confirmarse el descenso, pero el club confía en él para que siga en el banquillo el próximo curso -el técnico vasco tiene contrato- y espera confirmarlo en las próximas horas.

Los técnicos de Son Bibiloni tienen clara la hoja de ruta a seguir en las próximas semanas. Solo continuará media docena de los actuales integrantes de la plantilla del filial, lo que significa que algunos futbolistas subirán al primer equipo y otros se tendrán que buscar equipo. Las vacantes se cubrirán con juveniles. Hablan maravillas de Damià Sabater, pivote; y Sergio Sarmiento, delantero. El descenso, subrayan en la Ciudad Deportiva, favorecerá el tránsito de juveniles con mucha proyección al filial.

Brandon, Cedric y Sergio Cortés harán la pretemporada con el primer equipo y, si convencen, jugarán en Segunda la próxima temporada. Los tres han rendido muy por encima del resto de sus compañeros en el filial, pero tendrán que confirmar su progresión este verano.

Sin embargo, hay casos más dudosos. Futbolistas a los que la Tercera les queda pequeña, pero todavía verdes para competir en la categoría de Plata. Es el caso de Enrique Royo, guardameta titular del Mallorca B. Un técnico consultado por este diario valoró que tendrá encaje en el primer equipo si el Mallorca construye un proyecto modesto, pero no lo ve preparado para dar el salto si el objetivo es el ascenso.

Cifre, el 'tapado'

El filial bajó después de completar una mala segunda vuelta en la que se evidenciaron graves problemas defensivos. One es una de las promesas más firmes de la cantera, pero los técnicos dicen que desinfló en los últimos meses de competición. Hablan de que el central ha sufrido un importante bajón anímico y los esfuerzos este verano se centrarán en recuperarle. Si recupera la confianza, tendrá minutos con los mayores.

Un caso calcado es el de Kasim. El ghanés se vino abajo después de perder su sitio en el primer equipo. Está cedido por el Leganés y tiene contrato otras dos temporadas. En Son Bibiloni confían en recuperar su mejor versión.

El club esperará a que Álex Vallejo se recupere de su grave lesión para decidir su destino. Tià Sastre acaba contrato y de Joan Cifre, lateral diestro, se apunta que será el 'tapado' el próximo curso.

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