No es que los números del Mallorca a domicilio sean para tirar cohetes. Es más, el equipo entrenado ahora por Miquel Soler pasa por ser uno de los peores equipos cuando juega lejos de su afición, con solo dos victorias y cuatro empates. Pero el equipo visita hoy a un rival que está en plena crisis de juego y resultados, el Barcelona B, que ni con el cambio de entrenador -Vinyals por Eusebio- ha sido capaz de remontar el vuelo.

El equipo mallorquinista afronta el partido con el hándicap de sus bajas en defensa. No son dos ausencias cualquiera. Cendrós, por lesión, y Bigas, por sanción, son dos puntales de la defensa, como demostraron el pasado sábado en la victoria ante Osasuna. Company y Agus serán sus sustitutos en un partido en el que tendrán trabajo para frenar a Sandro, Adama y Dongou, siempre rápidos en sus movimientos.

A estas dos bajas hay que unir la duda de Marco Asensio. Soler argumentó en rueda de prensa que el jugador ha pasado por un proceso gripal durante la semana. Es posible, a la vez que un buen motivo para dejarle de inicio en el banquillo. El técnico catalán prefiere no tocar lo que funciona y, salvo que se vea obligado, jugar con los mismos que convencieron ante los navarros.

Si Marco empezara en el banquillo, Joselu y Xisco formarían la dupla atacante, con Arana -máximo goleador del equipo con siete dianas- y Pereira en los extremos. Joao y Yuste formarían el doble pivote y en la defensa, además de los mencionados Company y Agus jugarán Truyols y Saborit.

El Mallorca ha sumado solo tres puntos de los últimos dieciocho a domicilio, con empates sin goles en Tenerife, Girona y Huelva, un balance muy pobre y que le mantiene en la zona baja de la clasificación.

Los números del Barcelona B en su estadio no son mucho mejores. Después del Racing, es el equipo que más partidos ha perdido como local, seis. Y desde que Vinyals sustituyó a Eusebio el balance sigue siendo más que discreto: un empate, una derrota, cero goles a favor y uno en contra, recibido el pasado domingo ante el Llagostera (1-0). A pesar de esta dinámica negativa -tres victorias en los últimos dieciocho partidos-, los catalanes siguen sin entrar en el descenso, situado a un punto. Así, el filial, que suma 303 minutos sin ver portería, necesita una victoria en el Miniestadi, donde no gana desde el pasado 18 de enero, cuando derrotó a un rival directo como el Recreativo de Huelva por 3 a 1.

Con vistas a lograr los tres puntos, Vinyals cuenta con la importante baja de Munir el Haddadi, que ante el Llagostera vio doble amarilla por protestar, si bien recupera al delantero Adama Traoré, ausente ante los gerundenses por sanción, un jugador capacitado para marcar diferencias. Una de las novedades puede ser Lucas Gafarot, que esta semana se ha entrenado al mismo ritmo que sus compañeros. No estarán en cambio los lesionados Wilfrid Kaptoum y Alen Halilovic, uno de los jugadores con más clase de la plantilla azulgrana, que continúan trabajando para superar sus problemas físicos.

Es el partido de las urgencias. El Barça B necesita ganar para salir del pozo y el Mallorca para confirmar su mejoría.