El presidente de la Comisión del Centenario del Real Mallorca, Toni Tugores, lleva 25 años vinculado al club en el que ha ejercido como consejero, delegado de campo o accionista. Utz Claassen le citó el lunes para proponerle que presidiera la comisión que cocinará todos los actos de celebración del Centenario.
-¿Tienen algo ya en mente para celebrar el Centenario?
-Claassen está abierto a cualquier iniciativa que le presentemos, pero todavía no sé de qué presupuesto disponemos. Por ejemplo, no sé si será suficiente para que intervengan capitanes carismáticos del Mallorca que ahora viven fuera. Se me ocurre que puedan participar todos los excapitanes o exjugadores simbólicos que están vivos. Recuerdo a Chus Pereda, Ernesto Domínguez, Lolo Barrera, Rafa Gallardo, Samuel Etoo, Diego Tristán... Hay que saber si hay presupuesto para esta gente.
-¿Pero se piensa en organizar un único acto principal o en una serie de actividades a lo largo de todo el 2016?
-Hay que perfilarlo, pero la idea es que haya actos entre febrero de 2016 y febrero de 2017.
-Aceptar este cargo es un honor, pero también una responsabilidad. ¿Está preparado para aceptar críticas negativas si algo no sale bien?
-De las críticas se aprende, aunque a veces puedes pensar que no son justas. Tenemos que aportar para que las cosas lleguen a buen puerto.
-¿La elección de Rafel Bosch y Ramon Socías responde a un deseo de contentar a PP y PSOE?
-Cuando me reuní con Claassen no se planteó esta cuestión. Son dos mallorquinistas reconocidos, y además tienen un reconocimiento social. No sé las razones de su elección. Podría haber otras personas, igual que podría haber otras personas en lugar de Reynés o de mí mismo. La intención es que participen los veteranos, los alfonsinos... Aquí no hay grupos. Todos tenemos que ir de la mano para que surjan ideas: crear un himno del Centenario, adornar toda la ciudad con banderas del Mallorca, diseñar la camiseta del Centenario, organizar un congreso... Pero claro, el presupuesto dirá hasta dónde podemos llegar.
-El mejor acto para celebrar el Centenario sería un ascenso.
Sin ninguna duda. Pero le digo una cosa. El Recreativo de Huelva celebró su Centenario bajando a Segunda División B y el Murcia lo celebró bajando a Segunda. En cambio el Atlético lo celebró subiendo a Primera. Si la sociedad se identifica con esta causa podremos vivir un acontecimiento único y a lo mejor así conseguimos animar a la gente a que vuelva al campo. Cuando empecemos en febrero ya habrá pasado la primera vuelta y si hay aspiraciones de subir habrá un ambiente muy hermoso. No hace falta estar en Primera.
-A lo mejor se sube este año. ¿O eso ya lo descartamos?
-No es descartable. Pero siendo realistas, es complicado."Contamos con todos para que surjan ideas: crear un himno, adornar la ciudad, camisetas..."
-Usted lleva 25 años vinculado al club, además formando parte de diferentes consejos de administración. ¿Cómo se sobrevive a tantos propietarios?
-Mateu Alemany es amigo mío y siempre ha confiado en mí. No solo como delegado de campo, también en los consejos de administración. Igualmente fui consejero con Vicenç Grande, con el Grupo Zeta... Hasta he sido accionista. Después Alemany vendió al grupo de Serra Ferrer, yo salí del consejo de administración y seguí vinculado como delegado de campo después de tener una reunión con él. Expusimos la importancia de que me conocieran los árbitros y seguí. Y quiero dejar claro que nunca he cobrado un euro. Lo que me da el Mallorca lo compensa sobradamente.
-Después de conocer a tantos propietarios. ¿qué tiene de especial Utz Claassen para que confíe en él?
-La primera vez que le conocí personalmente fue el lunes. La impresión que me dio es que es un presidente enchufado al estilo de Contestí, Alemany, Grande o Reynés. También Cladera, pero en este último caso yo ya no formaba parte del Consejo de Administración.
"Para que los aficionados se activen hay que darles motivos. Y estos años no se les ha dado ninguno"
-Los últimos tiempos han sido muy problemáticos: un concurso de acreedores, un descenso, problemas económicos, la guerra institucional... ¿En algún momento pensó que el club no llegaba a cumplir los cien años de existencia?
-Nunca lo he pensado. Pero es verdad que incluso esta temporada han pasado cosas que me parecen increíbles. Después de perder aquel partido ante Osasuna 6-4 pensé: 'No sé qué pasa en este club, tenemos un verdugo'. Después dimitió Aouate, aunque no supe exactamente qué intenciones tenía. Dudaba de a dónde podríamos llegar, pero siempre he pensado que llegábamos al Centenario.
-Usted ha vivido en primera persona una cuarta parte de esos cien años de existencia del club. Según su experiencia, ¿cuál ha sido el peor y el mejor momento?
-El peor fue el descenso hace dos temporadas. Otro muy triste fue caer en la previa de la Champions ante el Molde. El mejor momento fue el ascenso logrado en Vallecas porque se produce un antes y un después. Fueron dieciséis años brutales en Primera. Y por supuesto ganar la Copa del Rey en 2003.
-Y después de aquellos éxitos, ¿qué siente cuando está en la banda, mira a la grada y ve tan pocos espectadores en Son Moix?
-Los lunes la gente se preocupa por lo que ha hecho el equipo el fin de semana. Evidentemente es una actitud pasiva, pero para que la gente se active hay que darle motivos. Y estos últimos años no se les ha dado motivos. Con lo que ha pasado, el comportamiento de la afición ha sido muy maduro. Con el clima de enfrentamiento que se vivía en el Consejo de Administración no se puede pedir más. No ha habido ganadores ni perdedores, pero a lo mejor algún día habrá que dar las gracias a determinadas personas por haber puesto un punto y final. Cada uno sabe lo que ha hecho y si ha sumado para el Mallorca.
