Valeri Karpin ya es historia en el Real Mallorca. Tras una maratoniana reunión en Son Bibiloni con el director deportivo Miquel Ángel Nadal y con el directivo Miguel Blum, que se prolongó por espacio de casi doce horas, el entrenador ruso, que se despide esta mañana, dejó paso a Miquel Soler, que vuelve a coger las riendas seis meses después de que el propio Karpin le sustituyera con la llegada al club de Dudu Aouate como manager general. Medio año después se ha dado la vuelta a la tortilla y el equipo vuelve al punto de partida. Nadal no quiso confirmar si será Soler el nuevo entrenador, pero se da por hecho de que el catalán dirigirá a las 16 horas su primer entrenamiento con la vista puesta en el partido del próximo sábado en Huelva, ante el Recreativo de Oltra.

La jornada fue larga en Son Bibiloni. Al mediodía llegaban Nadal y Blum para reunirse con Karpin. Se preveía una reunión dura porque los dos primeros llegaban con las instrucciones bien claras: despedir al técnico sin pagarle su segundo año de contrato. Pero las dos partes estaban lejos de imaginar que la cita finalizaría pasadas las once de la noche, con una única interrupción para almorzar. Karpin se dejó ver más de una vez desde la ventanilla del despacho en el que estaban reunidos con un cigarro en la boca, un vicio que ya tenía de su etapa de futbolista. Al final hubo fumata blanca y el relevo en el banquillo era un hecho. Miquel Soler, quien por la mañana había recibido la llamada de Nadal, es el nuevo entrenador del Mallorca, al que llega con la obligación de eludir el descenso en los cuatro meses que restan de competición.

A la salida de la reunión Nadal confirmó la salida de Karpin, pero no la llegada de Soler: "Esperamos tener mañana (por hoy) al entrenador y presentarlo", respondió "Todo cuesta un poco, la situación actual no es agradable, pero hacía falta un revulsivo", dijo sobre la reunión. El ya extécnico mallorquinista no se ha ido enfadado, según Nadal: "El club ha confiado al máximo en Karpin, pero el equipo necesita una reacción. En el último partido se hicieron muchas cosas mal y pensamos que hacía falta cambiar el rumbo del equipo".

El manacorí explicó el perfil del nuevo entrenador, que cuadra con el de Miquel Soler: "Que conozca la plantilla y la filosofía que queremos llevar para salir de una situación desagradable". Tiró balones fuera cuando se le insistió sobre si la persona elegida era el catalán: "Tuvo una salida complicada en verano, pero al final todo se arregla". Al margen del entrenador, confirmó que se sigue intentando buscar una salida a Scepovic y no dio pistas sobre Riera.

Karpin, fumando en la reunión matenida ayer en Son Bibiloni, junto al consejero Miguel Blum. TOORU SHIMADA

El balance de Karpin es desolador, con 27 puntos en 24 jornadas, con el equipo a solo tres puntos de las plazas de descenso. Siete victorias, seis empates y once derrotas le han condenado. Se va con la amargura de no haber sabido sacar provecho de una plantilla confeccionada para aspirar a algo más que la permanencia. Su discurso siempre ha sido realista. Nunca, ni cuando se encadenaron cinco victorias, lanzó las campanas al vuelo, dejando entrever la poca confianza que tenía en el grupo que habían puesto en sus manos.