Efectivamente lo de ayer en Son Moix fue un presunto partido difícil de calificar, o bien calificarlo en el aspecto negativo. Fútbol cero. Partido trampa, juego subterráneo y bronco casi siempre provocado por el Alcorcón y en el cual cayó de lleno el Mallorca. El equipo de Karpin fue incapaz de aprovechar la inicial ventaja nada más comenzar el choque. El técnico mallorquinista tampoco estuvo muy lúcido a la hora de intentar calmar a sus jugadores. En cualquier caso fue un auténtico partido de Segunda División con lo que ello significa. Dos goles a balón parado, multitud de tarjetas amarillas y tres rojas, con el agravante de la baja de Joao Víctor para el próximo sábado en Tenerife. Al final incluso habrá que celebrar el punto conseguido como mal menor, teniendo en cuenta que no se tiró ni una sola vez a puerta. Ni siquiera cuando los amarillos jugaron con nueve hombres. En este aspecto y con diez minutos por delante, el Mallorca fue incapaz de abrir el juego por las bandas y no creó ni una sola jugada de peligro. Y ahora es cuando viene la gran pregunta: ¿tiene el equipo ´Marcodependencia´? La respuesta es un SÍ como una catedral. Ayer quedó meridianamente claro que sin el mallorquín este equipo no sabe a qué jugar.