­El Real Mallorca ingresó ayer parte de la ayuda por el descenso que le corresponde esta temporada: 1,7 millones de euros de un total de 2,1. Está previsto que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) paque el resto, 400.000 euros dentro de dos o tres semanas.

De este modo el club podrá recomponer el fonfo de dinero que tenía consignado para el pago del convenio de acreedores y que tuvo que tocar para abonar las nóminas de octubre a futbolistas y trabajadores.

La decisión de tocar dicho fondo la tomó Utz Claassen con el apoyo de Biel Cerdà en un Consejo celebrado la semana pasada con la oposición de los consejeros que representan a Serra Ferrer y que auguraron un desastre económico si utilizaba el dinero destinado para el pago a los acreedores.

El club pudo ordenar el pago de las nóminas el martes después de consultar con la comisión de seguimiento del concurso, que no tuvo inconveniente en tocar el fondo. Y ayer pudo reponerse en su totalidad.