Valeri Karpin sigue siendo entrenador del Real Mallorca porque a día de ayer no se llegó a un acuerdo sobre la rescisión del entrenador, que costará 400.000 euros al club por los dos años de contrato que tiene el ruso en vigor. Y en este punto ha aparecido un conflicto. En el club se duda de que Karpin tenga derecho a percibir el total de la indemnización porque el segundo año que Dudu Aouate firmó a Karpin no fue aprobado por el Consejo de Administración. De este modo, se considera que solo sería legítimo abonar al todavía técnico bermellón 200.000 euros de la presente temporada.

Miquel Àngel Nadal, que después de la dimisión del israelí como manager general ha recuperado la iniciativa en la parcela deportiva, se reunió ayer con Karpin en Son Bibiloni para persuadirle de que renuncie a parte de su indemnización por despido al ser una cifra prohibitiva para el club.

El ruso no dio una respuesta definitiva y el técnico y el director deportivo quedaron en volver a hablar hoy.

Hay unanimidad en el Consejo de Administración acerca de la necesidad de destituir a Valeri Karpin. Aouate, su gran valedor, guardó silencio en la reunión del pasado lunes cuando se debatió su destitución, limitándose a acusar a Biel Cerdà de ser el principal desestabilizador del equipo . "Ya puede venir Mourinho, el problema eres tú", espetó al presidente.

Karpin no tiene apoyos

Por su parte, Llorenç Serra Ferrer propuso a Javier Olaizola, técnico del filial. El vasco también contaría con el beneplácito de Aouate, quien en verano ya pensó en él para ocupar el banquillo del primer equipo.

La opción preferida de Utz Claassen y Miguel Blum es Miquel Soler, quien fue destituido por el israelí a diez días de que empezara la competición para relevarlo por Karpin. Los dos alemanes contarían, en teoría, con el apoyo de Biel Cerdà para sacar adelante la contratación.

El problema radica en que el técnico es reacio a volver al club. No olvida el trato recibido y considera que en el club sigue sin haber la necesaria estabilidad para desarrollar su trabajo. Hay que recordar además que el entrenador interpuso una demanda contra el Mallorca para cobrar la totalidad de su contrato.

Soler, que regresaría con Vicente Engonga como segundo, es también el candidato preferido por Miquel Àngel Nadal. Se han producido algunos contactos superficiales con el preparador catalán para conocer su disposición, pero no se acometerá su hipotético fichaje hasta que no se resuelva la salida de Karpin.

Pese a los recelos expresados por Soler, se confía en que Nadal, con el que le une una muy buena relación, acabaría por convencerle para que volviera a subirse al barco bermellón.

Mientras tanto, y pese a que sabe que no cuenta con la confianza del club, Karpin entrenó ayer y lo seguirá haciendo hoy. Incluso no se descarta que dirija al equipo el sábado en la visita del Alavés.

El caso recuerda al de José Luis Oltra, que tuvo que acudir a su puesto en Son Bibiloni varios días mientras los consejeros eran incapaces de ponerse de acuerdo para elegir a su sustituto. Cuando se resolvió la salida del valenciano Cerdà tuvo que pedirle disculpas por el maltrato recibido.

Su reemplazo, Lluís Carreras, también tuvo que sufrir una destitución conflictiva, pero mucho menos angustiosa que la del valenciano.

El despido de Karpin está por tanto en manos de Nadal, quien ha vuelto al primer plano para afrontar el difícil trago de negociar la salida del ruso. Atrás quedan dos meses en los que el manacorí perdió toda influencia en la dirección deportiva y vio cómo era Aouate el que remataba una planificación que había empezado y madurado él.