­Valeri Karpin era la viva expresión de la resignación al término del partido que su equipo perdió contra el Zaragoza. Dijo, en voz baja, que se ve "con ganas de seguir" pero a continuación, preguntado por el Consejo de Administración que se celebrará esta tarde y en el que se abordará su posible destitución, se mostró escueto: "Que pase lo que tenga que pasar".

En relación al partido, Karpin repitió el discurso de los últimos seis partidos, el discurso de la impotencia y la desesperación por acumular una nueva derrota y producto de errores garrafales en defensa. "Hoy defendimos bien, pero en la segunda parte nos superan en un saque de esquina a favor nuestro. Esto lo dice todo. La segunda parte estaba donde nosotros queríamos", comentó. Al ser preguntado por el segundo gol, en el que ni Kasim ni Gulan logran dar al balón, facilitando la llegada de Eldin, fue claro: "De este gol prefiero ni hablar. A un balón relativamente fácil de despejar nadie le pega", lamentó.

El técnico ruso se quejó de que no es la primera vez que este tipo de errores de producen esta temporada. "Ya nos ocurrió el día del Barcelona B y el día de Osasuna. Esos errores se cometen y no podemos hacer nada. Siempre nos tiene que pasar algo. No sé si ir a una iglesia o qué hacer, pero no encontramos la solución para frenar este tipo de errores", comentó.

Tiró balones fuera cuando se le comentó si todo se reducía a un problema de calidad de la plantilla. "No se puede jugar a fútbol con miedo", respondió Karpin, que volvió a repetir que "en la primera parte defendimos bien, pero a la hora de atacar no se puede esconder el balón". "Fue a partir del primer gol del Zaragoza en el minuto 70 cuando dimos tres pases seguidos por primera vez, justo cuando ya no hay nada que perder dimos tres pases seguidos por primera vez. Entrenamos una cosa y en el campo hacemos otra", subrayó el técnico mallorquinista, hundido por una nueva derrota.

Preguntado por cómo se encontraba anímicamente, fue conciso pero claro en su respuesta: "Lógicamente estoy jodido, pero más por los chavales. Es un grupo impresionante y trabajan muy bien. Estoy con ganas de seguir para intentar dar la vuelta a la situación. Lo que más pena me da es el esfuerzo que están haciendo los jugadores por salir de esta. No están teniendo suerte en momentos puntuales".

Fue entonces cuando se le recordó que esta tarde se celebra un trascendental Consejo de Administración en el que su nombre estará sobre la mesa casi con toda seguridad: "No suelo preocuparme de lo que no depende de mí. Que pase lo que tenga que pasar. Yo en lo que pienso es en cómo preparar el próximo partido (el sábado ante el Alavés en el Iberostar Estadio)". Y siguió su discurso del miedo, el miedo de los jugadores en determinados momentos de los partidos. "Lo preocupante de esta situación es cómo quitar el miedo a los jugadores porque correr sé que van a correr".

El Consejo abordará hoy su destitución. Solo un aspecto puede salvar a Karpin de su despido. Le han de pagar 400.000 euros para que se consume su salida del club. En caso contrario el Mallorca no podrá sustituirle. Lo que parece claro es que Aouate le ha dejado solo ante el peligro con su dimisión como manager general y consejero. Karpin llegó de la mano del israelí y al no estar ya este en el club el ruso se convierte en una pieza demasiado frágil ante una situación crítica, con el equipo con dos puntos de 21.