La meteórica eliminatoria de Copa ha servido para ratificar que el Mallorca anda perdido. Se encuentra en un callejón sin salida del que no sabe cómo salir. Está el equipo pagando la improvisación a la hora de confeccionar la plantilla en una pretemporada caótica, con cambio de entrenador in cluido a poco más de una semana de comenzar la Liga. El Mallorca perdió 0-2 ante un Las Palmas que se limitó a aprovechar sus escasas ocasiones. Fue superado en la primera parte por l0s rojillos, pero en la segunda se hizo el dueño del partido y ganó el partido que ya mereció hacerlo en la Liga. Al Mallorca ya solo le queda la Liga, que no es poca cosa, nueve meses por delante para, primero buscar un objetivo, y luego alcanzarlo.

Lo de menos es ahora la Copa, un torneo que para los modestos se ha convertido desde hace tiempo en una competición para las probaturas, para que jueguen los menos habituales. El Mallorca está, o debe estar, centrado en otros menesteres. En el campo, en la Liga, la competición en la que se juega las habichuelas; fuera, en luchar por la supervivencia de la entidad. Con la compra de Aouate estancada desde hace días, la preocupación ahora se centra en el pago de las nóminas a los trabajadores, el enésimo problema de una entidad que si no los tiene se los inventa. Parece como si le gustara vivir en el caos, en un permanente estado de ansiedad.

El partido no hacía presagiar una gran noche. Había demasiados inconvenientes para que los aficionados se acercaran a Son Moix. 3.782 fueron los valientes que no dejaron solo al equipo, combatiendo la intempestiva hora, que el duelo fuera televisado y que, para colmo, coincidía con el atractivo España-Francia del Mundial de baloncesto.

Con titulares o suplentes, el Mallorca de Karpin es un equipo amorfo. No dice nada. Ayer, a diferencia de tantos y tantos partidos, de esta temporada, de la pasada y la anterior, fue dueño del balón en la primera parte. Pero el dominio no se traducía en ocasiones. Solo una, de Company en el minuto 21 cuando, tras driblar a todo el que le salía al paso, se emborrachó de balón y disparó alto y desviado. Esta primera parte solo sirvió para ratificar que algunos jugadores, o están faltos de forma o no dan más de sí. Parece el caso de Scepovic, el referente en ataque, como le definió Karpin, el hombre gol que todavía no se ha estrenado. Y seguirá sin hacerlo si no se decide a tirar a puerta. Abusa del taconcito cuando parece estar preparado para intentar sorprender al guardameta de turno.

El partido sirvió para ver a los menos habituales. Javi Ros, Coeff, Assulin. Poco tiempo para extraer una valoración mínimamente seria. Ahora, lo que más preocupa, es la falta de gol. No solo eso, sino la intención para querer marcarlo. Los porteros rivales del Mallorca son espectadores de excepción. Apenas son exigidos y así se hace muy difícil ganar un partido.

Karpin tiene trabajo. Ante el micrófono parece que no sabe dar una explicación coherente a este pésimo inicio de temporada, con un paupérrimo punto en la Liga y eliminado de la Copa. No se sabe si está o no satisfecho con la plantilla que Aouate ha puesto en sus manos. Ni tan siquiera si conoce a Tato, el último invento del manager general, que no da abasto con tanto trabajo en el campo y en los despachos.

Al Las Palmas le bastó con llegar una vez con claridad al área de Cabrero para marcar. Fue a los ocho minutos de la segunda parte. En una jugada iniciada, cómo no, por el incombustible Valerón. Artiles, Benja y Guzmán, autor del gol, hicieron lo que quisieron ante una defensa de porcelana. Pasan los entrenadores y los jugadores y la zaga mallorquinista sigue siendo una broma. No hay antídoto para un mal que parece irresoluble. El Mallorca lo intentó. El árbitro le anuló dos goles, el primero a Joao, en fuera de juego, y el segundo a Scepovic, que no lo estaba. Pero da lo mismo. Al equipo le falta de todo. Si la temporada pasada fue un suplicio, si alguien no pone remedio, espera otra muy similar.

Ficha técnica

REAL MALLORCA: Cabrero; Company, Agus, Coeff, Gulan (Saborit, m.55), Joao, Vallejo, Ros (Abdón, m.73), Markovic, Scepovic y Assulin (Pereira, m.68).

UD LAS PALMAS Casto; David Simón, Jesús, Marcelo Silva, Christian Fernández; Roque, Vicente Gómez (Leo, m. 72), Guzmán, Valerón (Aythami, m.80), Artiles; Benja (Figueroa, m.61).

Goles. 0-1, (m. 53) Guzmán en jugada iniciada por Valerón. 0-2. (m.92) Leo de falta directa.

ÁRBITRO: Figueroa Vázquez (Comité andaluz) T. amarillas: Artiles (m.30), Marcelo Silva (m.62), Guzmán (m.68), Agus (m. 75). ESPECTADORES: 3.728.