La única certeza del Mallorca 2014/2015 es que jugará en la Liga Adelante. Ninguna más. Porque la entidad está absolutamente paralizada a la espera de que se defina su futuro a nivel institucional para que, a partir de allí, se pueda desarrollar el económico y deportivo. Mientras el resto de clubes ya trabajan en la confección de sus plantillas, en el Iberostar Estadio no se toma ninguna decisión. Eso está creando una enorme incertidumbre en la plantilla, ya de vacaciones, y por supuesto en el aficionado. Nadie decide nada. No hay director deportivo y ni mucho menos entrenador, por mucho que Javier Olaizola se haya ganado el favoritismo del mallorquinista después de salvar del descenso a Segunda B a un equipo que estaba cayendo en barrena.

Todo está pendiente de Aouate, que tiene un acuerdo con el máximo accionista Llorenç Serra Ferrer para cederle gratuitamente su 49 por ciento de acciones, aunque en el caso de ascenso a Primera el israelí le pagaría una compensación. El problema radica en el presidente Biel Cerdà, que al tener sindicadas sus acciones con el pobler también debe estar de acuerdo en la operación, por la que recibiría 2,7 millones por el cinco por ciento. Sin embargo, el meta israelí ha frenado las negociaciones para comprar el Mallorca hasta conocer el resultado de una ´due dilligence´ que revele el estado real de las cuentas del club.

En el transcurso de las conversaciones el pollencí informó al todavía futbolista en activo de que será necesario invertir dos millones de euros para cuadrar los números del presente ejercicio. Sin embargo, Aouate ha decidido encargar una auditoría para conocer con exactitud el estado de la tesorería, por si acaso. Y este proceso se puede dilatar al menos dos semanas, un sustancial tiempo perdido a la hora de confeccionar un equipo competitivo de cara a la próxima temporada. No se sabe ni qué día deben volver los futbolistas al trabajo y mucho menos se conoce la planificación de amistosos de la pretemporada, que en las últimas tres campañas realizó en Oosterbeek (Holanda).

Al menos una quincena de futbolistas que han formado parte de la plantilla del Mallorca 2013/14 han dicho ya adiós al Real Mallorca. De momento no se ha renovado a ninguno de los futbolistas que acababan contrato -Hemed, Ximo, Kevin, Álex Moreno, Álex Vallejo, Antonio López, Miguel García, Nunes y Martí­­- y eso que, sin ir más lejos, la entidad posee opciones para renovar al propio Álex Moreno y Vallejo hasta el 30 de junio.

No hay nadie con capacidad para negociar y decidirlo por el vacío existente en la secretaría técnica. De hecho, en Sevilla se especula con que Serra Ferrer podría llegar al Betis con Hemed y Vallejo. Lo que es seguro es que Ximo, que se hartó de asegurar que quería continuar como bermellón, está a punto de llegar gratis al Almería cansado de esperar. Y Martí ya ha dejado claro que quiere seguir, a pesar de sus 39 años, pero tampoco tiene un interlocutor válido para tratar el asunto.

Bigas, Nsue, Miño, Agus, Generelo y el lesionado Joao Víctor tienen contrato y, salvo que haya alguna propuesta interesante por alguno de ellos, son los que continuarán. Ellos dibujarán el esqueleto de un plantilla que presumiblemente se verá reforzada con canteranos como Brandon y Biel Company, que con toda seguridad subirán al primer equipo, junto con otros integrantes del Mallorca B como Cedric y Sergio. Alfaro también mantiene su vinculación, pero su elevada ficha complica su continuidad. Y Márquez, que ha estado cedido en el Elche y que también posee un salario muy alto, difícilmente regresará, ya que además ya ha expresado su intención de seguir en el Martínez Valero.

Marco Asensio, por su parte, tiene muchas posibilidades de ser vendido por las necesidades económicas del club, salvo que se inyecte capital a las arcas rojillas. Su talento puede dejar tres o cuatro millones en la caja, una cifra importante por mucho que se deje escapar a un futbolista de tanta proyección. El hecho de no haber ascendido a Primera impide que Thomas, Gerard e Iriney, que llegaron cedidos, continúen en la isla, así como tampoco seguirán Riverola, Razza, Geijo y Cadamuro, que han decepcionado. El futuro director deportivo tendrá mucho trabajo. Quizá demasiado.