La demanda para estar presente el sábado en las gradas de El Nuevo Arcángel ha superado las expectativas. Viajes Halcón, la agencia oficial con la que trabaja el Real Mallorca, llenó en pocas un avión con destino a Córdoba -vía Sevilla-, dejando una larga lista de espera de aficionados interesados en desplazarse para animar al equipo en la última y decisiva jornada por la permanencia.

El club balear trabajaba ayer para lograr que la compañía Air Europa fletara otro avión, pero la compañía aérea era reticente. En total, 180 mallorquinistas tenían hecha su reserva en la primera aeronave, pero el Mallorca está convencido de que se llenaría rápidamente una segunda visto el interés que ha despertado el encuentro.

Pero ahí radicaría un nuevo problema porque el Córdoba ha ofrecido solamente 260 entradas, las que tiene reservadas habitualmente para la afición visitante. El Mallorca pidió quinientas y está a la espera de recibir una respuesta que debería llegar esta misma mañana.

En el club se trabajaba ayer en la posibilidad de organizar un viaje en barco para el caso de que Air Europa no fletara ese segundo avión. La idea sería navegar hasta Valencia y de allí por carretera hasta Córdoba.

Hacía mucho tiempo que un desplazamiento con el equipo no generaba tanta expectación. El último viaje a Girona también fue un éxito. Más de un centenar de mallorquinistas llenaron un barco para emprender un incómodo viaje de 36 horas, en gran parte gracias a que Utz Claassen se hizo cargo de los sesenta euros que costaba cada billete.

Los 180 mallorquinistas que tienen plaza confirmada para viajar a Córdoba despegarán el sábado a las 11:00 horas con destino a Sevilla y regresarán de vuelta a la isla el mismo día al filo de la medianoche. Un autocar recorrerá el trayecto por carretera entre ambas ciudades.

El mallorquinismo ha recibido un chute de adrenalina gracias a los últimos resultados -un empate en Girona y una victoria ante el Las Palmas-, al tiempo que se ha dejado seducir por la figura de Javier Olaizola.

El Mallorca tiene la permanencia en la mano después de varias jornadas en caída libre hacia la Segunda B. Un triunfo en Córdoba daría la salvación matemáticamente, mientras que el empate y la derrota dejarían al grupo de Olaizola a merced de una multitud de combinaciones.

El ambiente estará garantizado en un Arcángel que aspira a llenarse para un duelo en el que los locales necesitan la victoria para asegurarse su clasificación para la promoción de ascenso. Un partido que promete emoción y nervios desatados.