El Real Mallorca recibirá el domingo en Son Moix a un Girona inmerso en una grave crisis deportiva que se ha cobrado el cargo de su técnico, Ricardo Rodríguez. El club catalán presentó ayer a Javi López, un técnico con más experiencia en la categoría que llega con la misión de cambiar el rumbo del equipo y que se estrenará ante el grupo de Oltra. El nuevo técnico quiere evitar a toda costa una derrota en Son Moix que podría dejar a su equipo en puestos de descenso las vacaciones navideñas.

El conjunto bermellón espera a unos futbolistas enrabietados y con ganas de convencer a su nuevo entrenador para que cuente con ellos. López llega además a la ciudad catalana con fama de entrenador intenso, en clara oposición a un Ricardo al que le faltó carácter en su primera experiencia como entrenador profesional.

En Girona están muy preocupados por la racha negativa del equipo -dos puntos de los últimos quince posibles- que ha dejado a los rojiblancos muy cerca de los puestos de descenso. Atrás queda un arranque liguero más que digno para uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Más lejano todavía queda el ´play-off´ por el ascenso que el conjunto catalán disputó al final de la pasada temporada tras un curso sobresaliente a las órdenes de Joan Francesc Ferrer ´Rubi´.

El vestuario rojiblanco perdió en verano, además de a su técnico, a muchos de los futbolistas titulares que hicieron soñar a Montilivi con el ascenso a Primera. El club apenas se reforzó por las limitaciones presupuestarias y este curso sufren sobre todo en la parcela ofensiva, donde solo cuentan con un delantero puro, el mallorquín Chando, que además está lesionado.

A los 49 años, López cuenta con la experiencia en los banquillos que le faltaba a Ricardo. En la categoría de Plata ha ocupado los del Cartagena, Xérez, Recreativo, Nàstic y Salamanca.

´A entrenador destituido, victoria segura´, reza un dicho muy extendido en el fútbol. En el Mallorca se han puesto alerta para no dejarse sorprender por el rival. La victoria es fundamental para no perder comba con los de arriba y pasar unas Navidades con relativa tranquilidad. Una derrota dejaría además a los rojillos demasiado cerca del descenso.