El Real Mallorca recibe esta tarde en Son Moix a la Ponferradina, uno de esos rivales incómodos y enrevesados que abundan en la categoría. Es el segundo partido consecutivo de los bermellones en Son Moix y no vale otro resultado que no sea la victoria después del pinchazo de la pasada jornada (0-0 ante el Lugo). Cualquier aspirante al ascenso creíble -el grupo de Oltra todavía no lo es- está obligado a amarrar casi todos los puntos en casa y del estadio rojillo se han escapado muchos.

El Mallorca lleva ya varias jornadas aplazando una reacción que debería instalarle de una vez por todas en la zona alta de la clasificación, incapaz de dar el salto exigible después de dos meses y medio de competición, tiempo más que suficiente para haberse adaptado a la categoría.

El mallorquinismo lleva tiempo esperando que cada partido suponga el punto de inflexión que catapulte al equipo. Un encuentro redondo que dé confianza y siente la base de una buena -y duradera- racha de resultados. Ese duelo podría ser el de esta tarde ante la Ponferradina, uno de esos productos típicos de Segunda División que se les suelen atragantar a los bermellones.

El conjunto de Claudio Barragán está superando las expectativas después de haber completado un muy buen primer cuarto de competición. La pasada semana frenó a un Recre que había puesto la directa y tiene en sus filas a Fofo, un goleador notable. Como Gerard, procede de la cantera del Villarreal y suma siete tantos. Por cierto que es el delantero más efectivo de Segunda: un gol cada 97 minutos.

Marco Asensio volverá a tener minutos, pero es improbable que Oltra le dé la titularidad. El técnico quiere seguir dosificando a un juvenil al que se le adivina un futuro esplendoroso pese a que solo ha jugado trece minutos con el primer equipo. Ningún canterano había generado tantas expectativas en tan poco tiempo.

Mientras Marco espera para dar el salto definitivo, la responsabilidad sigue recayendo sobre los futbolistas del primer equipo. Oltra no hará demasiados cambios con respecto al equipo que empató ante el Lugo. Previsiblemente Kevin sustituirá al lesionado Miguel García, aunque el técnico también maneja la opción de retrasar a Nsue al lateral derecho y desplazar a Ximo al izquierdo.

Al vestuario no parece incomodarle en exceso estar en media tabla. El ascenso directo está a cuatro puntos, pero una derrota significaría haber sumado un punto de los últimos nueve posibles y en la antesala de una visita a Riazor. El equipo puede ganar y empezar a escalar, o perder y complicarse en otra crisis deportiva.