"Ya no hay más margen de error". Así de rotundo se manifestó al final del partido una de las voces autorizadas del vestuario bermellón, Dudú Aouate. El guardameta, eso sí, reconoció que el equipo "no está hundido, ni mucho menos" y que lo importante "es sacar los tres puntos en Vigo", el próximo desplazamiento del Mallorca. "Es un partido vital", añadió.

Aouate se lamentó p0r el segundo gol del Barça y entonó el mea culpa: "El segundo gol fue un error mío, la pelota toca en Bigas y no he tenido tiempo de reaccinar", dijo.

El israelí se mostró "satisfecho" con la imagen del equipo porque "fue a por el partido y marcó dos goles". Pero Aouate reconoció que a partir del segundo gol bermellón "se acabaron las fuerzas" y Messi lo aprovechó para sentenciar. "A Messi le basta media oportunidad para marcar", sentenció.

En cuanto a las carencias defensivas del equipo, el israelí quitó hierro al asunto diciendo que el equipo está "defensivamente bien", excepto, eso sí, "en los partidos ante el Madrid y el Barça".

Otro de los jugadores con peso en el vestuario, Pep Lluís Martí, se sinceró diciendo que se sentían "orgullosos de dar el callo", aunque reconoció que "lo que sirven son los puntos". "Es cierto que hemos sido capaces de estar a punto de empatar el partido pero la imagen sirve de poco", dijo Martí, quien seguidamente aclaró que son "vitales los tres puntos contra el Celta".

En la misma línea se mostró el defensa Pedro Geromel, quien dijo que el equipo "demostró actitud", aunque después del cuarto gol "el equipo se vino abajo". "Se demostró carácter y ese es el Mallorca que se tiene que ver", dijo el central carioca, quien también apuntó que el equipo "debe defender mejor".