­El Mallorca impedirá que Pep Lluís Martí alcance los treinta partidos esta temporada para no tener que pagar cuatrocientos mil euros al Sevilla a final de curso. El centrocampista, que se ha hecho con la titularidad en las últimas jornadas en detrimento de Pina, acumula veintiún encuentros en lo que se lleva de campaña a falta de nueve jornadas para la conclusión. Presumiblemente el palmesano se perderá al menos uno de ellos para no presionar todavía más la delicada tesorería de la entidad, que busca ahorrar gastos perfectamente evitables.

?Cuando Martí fichó por el Mallorca, en el verano de 2008, se estableció un acuerdo de que llegaba con la carta de libertad bajo el brazo, aunque el club hispalense se reservaba algunos ingresos a través de esta variable. En las tres temporadas anteriores superó considerablemente esta cifra en cada una de ellas ya que siempre fue un fijo para Gregorio Manzano y Michael Laudrup. El Sevilla ya ha reclamado los 1,2 millones de euros que le adeuda por este concepto, pero se ha topado con que este asunto está sobre la mesa de los administradores concursales del Mallorca.

?No obstante, en la planta noble del Iberostar Estadio ya han dejado claro que esta cantidad no va a aumentar ya que la desahogada situación en la clasificación no obliga a urgencias. Ahorrarse cuatrocientos mil euros se antoja un buen ´pellizco´, por mucho que el futbolista se haya convertido en indiscutible para Joaquín Caparrós –1.579 minutos repartidos en veintiún encuentros–. Todavía faltan semanas para que se llegue a esta situación y a Martí todavía no se lo han comunicado, porque siempre existe la posibilidad de que una sanción, lesión o una simple decisión del entrenador bermellón provoque que ya no pueda llegar a estos treinta partidos.

?El mallorquín, a punto de cumplir 37 años, cumplió precisamente este sábado ante el Barcelona su partido número trescientos en Primera División. La Grada Jove le dedicó una ovación en el minuto 19 –el número que luce en su espalda– del duelo como reconocimiento a su trayectoria, que no siempre ha estado teñida de rojo. Debutó en la elite en el Mallorca de Fernando Vázquez en un choque contra el Alavés, pero después tuvo que emigrar falto de oportunidades. Tenerife, Sevilla y Real Sociedad –aunque con los donostiarras en Segunda– fueron su destino antes de regresar al club de su corazón.