Preferiría no hacerlo

El examen de Claassen

El problema de las 91 preguntas que hoy deberán responder Serra Ferrer, Cladera y Coca no es que sean muchas. Es que algunas no tienen respuesta

Jaume Bauzà. jbauza@diariodemallorca.es

Llorenç Serra Ferrer acusa de montar incendios a quienes piden transparencia en el club. Lo hizo primero con Pedro Terrasa cuando se negó a firmar el fichaje de Alejandro Alfaro. Y lo hace ahora con Utz Claassen porque al alemán le ha dado por pedir explicaciones sobre ciertos aspectos de su gestión. El problema de las 91 preguntas que hoy deberá responder el pobler no es que sean muchas. Es que algunas no tienen respuesta. La rebelión de Claassen, harto de enterarse por la prensa de cómo funciona el club, ha hecho mella en un Serra Ferrer ya muy tocado por mil crisis. Ahora mismo la ecuación parece fácil: el pobler está agotado y el alemán dice que tiene energía para seguir. Lo normal es que al final haya un trasvase de acciones y el consiguiente cambio de propiedad. Claro que en el Mallorca es mejor no hacer vaticinios porque uno nunca sabe por dónde estallará el siguiente conflicto.

Órgano decorativo

El Consejo de Administración de hoy acabará con la más que probable deserción de Claassen del núcleo cercano a Serra Ferrer, si es que el distanciamiento incubado durante estas últimas semanas no es ya irreversible. El alemán lamenta que el Consejo siempre ha sido un órgano decorativo y antes de convertise él mismo en un florero hoy lo llenará de contenido. Será su gran momento antes de formalizar la ruptura con el máximo accionista. La relación de agraviados sigue creciendo. ¿Hasta cuándo?

El "lío" de Caparrós

Menos mal que los futbolistas siguen entretenidos con sus cosas. Que si robos arbitrales, que si partidos que son finales, que si lástima de las ocasiones falladas... Pero el ruido llega al vestuario –tendrían que ser sordos para no oírlo– y Joaquín Caparrós se descolgó el martes pidiendo poner fin a los "líos" de la institución. Luego dijo aquello tan recurrente de que los periodistas habían malinterpretado sus palabras, pero ahí quedó el recadito a la propiedad.

Se lo puso fácil al Espanyol

Caparrós no estuvo nada atinado al hacer el once contra el Espanyol. Sólo él sabrá por qué puso de inicio a Cáceres, Alfaro y Joao Víctor – ¿Habrá caído Pina en desgracia?–. El utrerano se lo puso fácil al Espanyol –su planteamiento especulativo ahogó al equipo atrás–y el árbitro acabó de rematar el asunto. Por cierto, hay que alegrarse de la rápida recuperación de Ogunjimi, que en menos de 24 horas pasó de estar lesionado para jugar en Copa a entrenar con toda normalidad.

Nadal se libra de los complejos

Rafel Nadal se habrá sacudido mucha de la impotencia que acumulaba cuando se enfrentaba a Djokovic. Esta vez tampoco ganó, pero la inmensidad del tenis que jugó no debería dejar espacio para la frustración. Fue un partido entre dos gigantes que se alternaron el dominio y al final cayó del lado del serbio. El hecho de que el mallorquín no haya podido dar brillo a su palmarés con un nuevo título 'Grand Slam' es un inconveniente menor. Lo que importa es que Nadal parece haber recuperado su mejor tenis en Australia y, más tarde o más temprano, obtendrá el premio a su insistencia ante Djokovic.

Un espectáculo sin parangón

Nadal tiene tomada la medida a Roger Federer, del que dicen es el mejor tenista de la historia, y a Novak Djokovic, al que acabará por dar alcance. Los aficionados al tenis pueden disfrutar de un grandioso espectáculo que a día de hoy no tiene parangón en ningún otro deporte.

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