Los administradores niegan el permiso para una auditoría por Alfaro

­Los administradores concursales del Real Mallorca han denegado a los dirigentes del club el permiso para realizar una auditoría sobre el pago de una comisión de 500.000 euros por el fichaje de Alejandro Alfaro en agosto de 2011 a la sociedad Impera, radicada en Suiza, que intermedió en el traspaso. Sebastià Frau, José Miguel Cregenzán y Pedro Mir han trasladado a los directivos que si desean realizar una auditoría, cuyo precio oscila entre los 20.000 y 30.000 euros, que la paguen de su bolsillo, pero no a costa del club.

En cualquier caso, en el supuesto de que se encargara la auditoría, esta no es vinculante, y siempre será la jueza María Encarnación González la que tenga la última palabra.

Los administradores concursales pidieron el pasado mes de diciembre la apertura de un proceso judicial para anular una comisión de 500.000 euros a la sociedad Impera. Llevaban más de dos meses investigando esta obligación de pago y reprodujeron sus conclusiones en un informe de nueve páginas enviado al juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma y que publicó en exclusiva DIARIO de MALLORCA.

El Mallorca se comprometió a abonar medio millón de euros a Impera solo por tener la exclusividad de negociar la contratación de Alfaro. Los administradores entienden que pagar por ese concepto "no tiene ningún sentido" porque era el Sevilla el que tenía los derechos federativos del jugador y por tanto el único que podía reclamar un pago.

De hecho, la entidad balear abonó 750.000 euros al club hispalense por el traspaso del futbolista y se comprometió a un máximo de 250.000 en concepto de variables.

El administrador y director general de Impera es Luis Pereira Barreiro, el mismo que aparece como administrador de otra sociedad denominada Viasport, radicada en Suiza, en la misma dirección que Impera. El Mallorca se comprometió a pagar a Viasport 487.500 euros por haber intermediado en la contratación de Alfaro. Los administradores no cuestionaron esta cifra, pero sí dejaron constancia de su extrañeza.