Siete de cada diez negocios de ocio nocturno de Balears no va a llegar a Navidad si no se toman medidas para paliar la paralización que el sector esta viviendo a causa del coronavirus, según se desprende de una encuesta realizada en todo el país por la federación estatal que agrupa a estas empresas y de los primeros datos de la misma facilitados por el presidente de la asociación de las islas (ABONE), Jesús Sánchez.
Las conclusiones que se desprenden de la encuesta han sorprendido a los propios responsables de estas organizaciones empresariales, ya que se esperaba que el porcentaje de negocios al límite de su capacidad económica se situara en un 30%, según afirma Sánchez. Pero subraya que el 68% de los establecimientos consultados de las islas afirman no están en condiciones de concluir el presente año de mantenerse la paralización, total o parcial, de su actividad. Hay que recordar que el sector lo forman un millar de establecimientos en el archipiélago, de los que unos 700 están en Mallorca.
En este sentido, el presidente de ABONE recuerda que la encuesta se ha realizado tanto entre grandes empresas como entre pequeños negocios, dado que el sector incorpora a grandes salas de fiestas y discotecas ya pequeños pubs o cafés concierto. Hay elementos que están marcando esa mayor o menor vulnerabilidad de los establecimientos de ocio nocturno, y uno de ellos es que el local sea o no propiedad del empresario, dado que aunque hay casos en el que se han negociado reducciones temporales de los alquileres, el gasto que este apartado supone es notablemente alto y hace más difícil que algunas empresas puedan aguantar.
Otro aspecto clave está siendo la posibilidad o no de desarrollar actividades más relacionadas con la restauración, como el servicio de bebidas en terrazas, para obtener así unos ingresos mínimos, según se apunta.
En cualquier caso, Jesús Sánchez pone de relieve que la debilidad que la actual crisis está provocando en el sector puede generar una desertización del ocio nocturno en muchas zonas, con el deterioro que ello supone para su atractivo turístico, y señala como ejemplo de ello el Paseo Marítimo de Palma, conde hay una elevada presencia de establecimientos de pequeño y mediano tamaño que presentan una especial vulnerabilidad en una crisis económica.
Un aspecto a tener en cuenta es que la encuesta entre empresas del sector incorpora también la cuantificación de los daños económicos sufridos por estos negocios, pero estos datos todavía se están analizando para poder fijar las pérdidas que se han registrado.
Petición de ayuda
La asociación balear de ocio nocturno solicitó informes jurídicos para plantear la posibilidad de luchar en los Tribunales contra las medidas restrictivas y de paralización de actividad que se han impuesto. Sin embargo, el presidente de ABONE admite que en la actual coyuntura, con un aumento en las tasas de contagio de la covid-19, va a ser difícil que algún juez autorice la reapertura de estos negocios.
Por ello, desde esta patronal se admite que lo que ahora se reclama de la Administración no es la reapertura, sino ayudas para que el mayor número de estas empresas puedan aguantar hasta la próxima temporada.
En este aspecto, desde esta organización empresarial se hace hincapié en que todas las medidas restrictivas que se han tomado sobre el sector del ocio nocturno han tenido como objetivo “salvaguardar” la actividad de otras ramas empresariales vinculadas al turismo, como la hotelera o la de restauración, lo que no ha funcionado a la vista del incremento de los contagios que se inició en agosto.
Además, se admite de que cada vez hay más dudas de que se pueda retomar la actividad durante la próxima campaña navideña, lo que puede agravar aun más la débil situación en la que se van a encontrar las empresas que puedan resistir hasta esa fecha.
Sin relaciones con el Govern
Uno de los puntos que centran las críticas del presidente de la patronal balear de ocio nocturno, Jesús Sánchez, es que las relaciones con los responsables de la conselleria de Turismo se han convertido en prácticamente inexistentes, pese al acuerdo alcanzado este verano para mantener contactos quincenales con el objetivo de analizar la evolución de la pandemia y la situación del sector.
Sánchez critica que solo se ha producido un encuentro reciente con la directora general de Turismo, Rosana Morillo, para abordar la situación de esta actividad, junto a representantes hoteleros y de restauración, pero no para tratar específicamente los problemas del ocio nocturno, y ello a pesar de que dependen de él unos 20.000 empleos directos en las islas, según el presidente de ABONE.
“Si nos quieren dejar caer, que lo digan”, añade el responsable de esta patronal, en referencia a la insistencia que desde el Govern se hace respecto a la erradicación del denominado “turismo de excesos”, al tiempo que insiste en que la mayoría del sector no esta relacionado con esas prácticas y en que se dispone de protocolos seguros para poder volver a abrir.
