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Localizan más de 800 redes fantasma en el Mediterráneo gracias al proyecto LIFE OASIS

El coordinador del proyecto europeo, Ricardo Sagarminaga, avisa que “la situación de las basuras marinas en nuestras aguas es alarmante"

Sóller

Alnitak y los pescadores artesanales del Port de Sóller han presentado los resultados preliminares de la primera fase del proyecto europeo LIFE OASIS, una iniciativa centrada en la conservación de la tortuga caguama (Caretta caretta) como especie indicadora de la salud del Mediterráneo. La presentación tuvo lugar en el muelle pesquero de Sóller, coincidiendo con la clausura de la novena edición de la campaña medioambiental “1m² por las playas y los mares” del Proyecto LIBERA.

El coordinador del proyecto, Ricardo Sagarminaga, y el representante de los pescadores, Gori Mayol, dieron a conocer los primeros resultados de las campañas de mar, que han permitido registrar 842 reportes de artes de pesca perdidas o abandonadas (APPA) en la plataforma de ciencia ciudadana Observadores del Mar. Estos datos serán analizados por el CSIC-IMEDEA para identificar los principales focos de origen y riesgo, con el objetivo de enfocar las acciones de prevención en las zonas más afectadas.

Magnitud del problema

Sagarminaga alertó de la magnitud del problema: cada año se estima que más de 150.000 kilómetros de rafia de polipropileno entran en el Mediterráneo, junto a más de 8.400 artefactos de pesca fantasma a la deriva en aguas del Mediterráneo occidental. “La situación de las basuras marinas en nuestras aguas es alarmante. Solo retiramos lo que flota y resulta visible, pero bajo la superficie la columna de agua está repleta de fragmentos de plástico y microplásticos ingeridos por infinidad de especies”, explicó.

El proyecto OASIS actúa en dos frentes. Por un lado, promueve la retirada de artes de pesca abandonadas y el rescate de tortugas marinas, con la colaboración de pescadores, navegantes y puertos como Ports IB de Sóller, además del apoyo de Salvamento Marítimo, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, la asociación de pesca recreativa responsable y FANMED. Por otro lado, impulsa un modelo de pesca sostenible y replicable en el norte de África, en colaboración con pescadores de Baleares, Sicilia y Malta.

En este sentido, Gori Mayol destacó los avances obtenidos en la pesca experimental de llampuga con dispositivos agregadores fondeados fabricados con materiales orgánicos, como hojas de palmera. “Estos materiales crean hábitats naturales similares a los oasis marinos donde se refugian las tortugas jóvenes en mar abierto”, señaló.

La embarcación del proyecto, el “Iruka”, ha recogido una media de 1,5 metros cúbicos de residuos marinos por expedición, que son descargados en los contenedores habilitados por Ports IB. Sagarminaga subrayó la importancia del trabajo en red y la cooperación internacional: “Formar parte del Proyecto LIBERA nos recuerda que, frente a problemas globales como la ‘basuraleza’, la acción colectiva es fundamental.

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