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Urbanismo

Magaluf afronta la segunda fase de la reforma del paseo litoral: demoliciones y "oasis" de palmeras, pero sin dunas

El Ayuntamiento de Calvià calcula un plazo de ejecución de seis meses y una inversión cercana a los tres millones de euros

La playa de Magaluf luce un entorno más natural tras la primera reforma que se ha realizado

La playa de Magaluf luce un entorno más natural tras la primera reforma que se ha realizado / Juanlu Iglesias

Iñaki Moure

Iñaki Moure

El Ayuntamiento de Calvià ha adjudicado por 1,9 millones de euros la segunda parte de la reforma del paseo marítimo de Magaluf, cuya primera fase se estrenó este verano. La remodelación tendrá una duración aproximada de seis meses. La previsión municipal es que las obras comiencen en noviembre de este año y finalicen antes de la próxima temporada.

La actuación se centrará en el tramo comprendido entre la calle Francisca Pujol Terrassa y el extremo noreste del actual paseo, incluyendo también las calles Miguel de Altoaguirre y Carabela. También se actuará en la plaza Jacques Sasson, cuyo escenario será demolido para dar paso a un espacio ajardinado. En total, se intervendrá sobre una superficie de 2.035 metros cuadrados, con 286 metros lineales de paseo.

El objetivo principal del proyecto es modernizar el paseo, sin ampliar su trazado, a través de la renovación integral de las infraestructuras y la mejora del espacio urbano. Entre las principales actuaciones destacan la pavimentación con baldosa de piedra natural, la instalación de un banco corrido que delimitará el paseo y la playa, y la renovación de prácticamente todos los servicios: agua potable, red contra incendios, alcantarillado, fibra óptica y telecomunicaciones, cámaras de vigilancia, baja tensión, alumbrado y mobiliario urbano (bancos, papeleras y duchas).

Red de agua regenerada

Un aspecto relevante será la incorporación de una nueva red de agua regenerada destinada al riego, con el fin de reducir el consumo de agua potable. El proyecto también contempla la mejora de la red de pluviales, con un sistema de recogida de aguas de escorrentía y tratamiento previo antes de su vertido al mar.

En cuanto a la vegetación, se eliminarán nueve de las veinte palmeras actuales por su mal estado y se plantarán 23 nuevas, con lo que, según la previsión municipal, el paseo contará con un total de 34 ejemplares al finalizar la obra. Las especies elegidas serán Phoenix Dactilifera y Washingtonia Robusta, esta última más resistente a plagas.

Asimismo, se proyecta la creación de pequeños grupos de palmeras que rompan la alineación existente y generen un efecto de "pequeños oasis", según consta en la documentación técnica del plan previsto. También se plantarán arbustos mediterráneos en la arena de la playa.

Sin dunas

El proyecto que ha trascendido no hace referencia a la adecuación de espacios de la playa como sistemas dunares. Unas dunas que sí se habilitaron en la primera fase de la reforma, que se estrenó el pasado mes de junio, entre críticas de algunos residentes y bañistas habituales que consideraban que se perdían zonas de playa para ponerse.

Según la memoria justificativa, la remodelación responde a la necesidad de actualizar unas infraestructuras urbanas consideradas obsoletas y mejorar la calidad del frente marítimo de Magaluf, con el objetivo de reforzar su atractivo turístico y al mismo tiempo garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos.

Primera fase

La primera fase de la reforma del paseo marítimo afectó al tramo comprendido entre el Nikki Beach y la conocida plaza del Pirates. Fue objeto de actuaciones de embellecimiento y se renovó toda su infraestructura y servicios, como el alumbrado, las redes de residuales, pluviales (con un depósito de recogida para riego) y agua potable, la red de riego y el mobiliario urbano.

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