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Los socorristas inician la huelga indefinida con actos de protesta en Palma y Calvià

Los vigilantes de ambos municipios han decidido respetar los servicios mínimos del 100% este primer día de movilizaciones

Juanlu Iglesias/ J. Frau

Calvià

Las playas de Can Pere Antoni, en Palma, y de Son Maties, en Calvià, han sido el escenario este domingo por la mañana de sendos actos de protesta organizados por la Unión de Socorristas de Balears para iniciar una huelga indefinida con el objetivo de reivindicar sus demandas laborales en un sector que, tal y como denuncian, está “precarizado” y no prioriza la seguridad.

Previamente, los socorristas habían advertido que a partir de este domingo “la seguridad en las playas no está garantizada” a raíz de la huelga que ha convocado el sector, a pesar de que se les han impuesto unos servicios mínimos del 100%, lo que consideran una “vulneración del derecho a la huelga de los trabajadores”. A pesar de ello, han decidido cumplir los servicios mínimos este primer día de movilizaciones, por lo que ambas playas han contado con vigilancia para “no hacer pagar a los ciudadanos” la precariedad del sector. La huelga se sigue también en los municipios de Eivissa, Sant Josep y Sant Antoni, en la isla pitiüsa.

Los socorristas explican que la inflación y la temporalidad de sus contratos dificultan su vida cotidiana, obligándolos a hacer más de 200 horas mensuales y compartir vivienda en condiciones complicadas. Critican la gestión del Govern balear, especialmente de su presidenta, Marga Prohens, a quien acusan de no resolver la crisis de la vivienda ni de distribuir de manera adecuada los recursos derivados del turismo. También señalan a la Dirección General de Emergencias, dirigida por Pablo Gárriz, por permitir que ayuntamientos y empresas incumplan el Decreto de Mínimos que regula el servicio de socorrismo. Denuncian que algunas playas comienzan la temporada sin socorristas o con personal que no cumple los requisitos de titulación.

Los socorristas exigen mejoras en sus condiciones laboralesestabilidad en el empleo, cumplimiento estricto de la normativa y mayor inversión pública en seguridad en las playas.

En Palma, los socorristas han mostrado pancartas en el Passeig Marítim, aunque no han llegado a cortar la carretera. Han colocado una serie de cruces en la playa de Can Pere Antoni para denunciar la precariedad del sector que después han sido retiradas por la Policía Local.

En la playa de Son Maties (Calvià), unos 30 socorristas han mostrado una serie de pancartas en las que podía leerse ‘Ayuda, help, nos ahogan’ y ‘basta de precarizar al socorrismo en Calvià”, entre otros mensajes reivindicativos que han colgado en las instalaciones de salvamento. En una de las torres de vigilancia exhibían otra pancarta de grandes dimensiones: ‘SOS, socorristas en huelga, nos están ahogando’. Otros mensajes en inglés pretendían informar a los turistas de los motivos de la movilización. También han simulado varias tumbas con cruces para simbolizar que la falta de seguridad existente en el sector podría traducirse en un aumento de muertes por ahogamiento. La protesta ha finalizado sobre las 9 de la mañana y poco antes ha aparecido un agente de la Policía Local de Calvià que se ha entrevistado con uno de los portavoces, a quien ha reclamado el permiso para realizar la protesta, sin más incidencias.

Ariel Gauna, portavoz de los socorristas de Calvià, ha explicado que el sector “no quería llegar a la huelga”, pero no ha tenido más remedio porque “ni el Ayuntamiento ni la dirección general de Emergencias nos escuchan”. Ha añadido que los socorristas trabajan en base a un convenio de 2015, modificado en 2016, que se ha quedado obsoleto y por ello reclaman una “actualización” que tenga en cuenta sus reivindicaciones. Además, instan a eliminar la figura del socorrista que también hace funciones de hamaquero “en muchas playas”, un modelo laboral que “perjudica al sector” y que realiza faenas “totalmente incompatibles”.

También denuncian que el Ayuntamiento de Calvià ha comprado unas torres “obsoletas” y sigue un modelo que “no cuida nuestra salud”. Por otra parte, indican que las playas de Calvià “son explotadas entre marzo y noviembre”, pero el servicio de socorrismo está activo únicamente de mayo a octubre, por lo que durante tres meses (marzo, abril y noviembre) las playas no tienen vigilancia. En este periodo sin vigilancia profesional son otros trabajadores de la playa quienes prestan el servicio de socorrismo, algo que “no ocurre en ninguna otra parte del mundo, es un riesgo inasumible”. El sector lamenta que “no hay voluntad política” para solventar estas anomalías.

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