El Ayuntamiento de Andratx sobre la expropiación de la casa de un vecino por el polideportivo: “No hay otra alternativa posible”

El Consistorio lamenta la complejidad de la situación pero al tratarse de una vivienda ilegal sin posibilidad de regularización, solo se le puede abonar el valor del terreno

Ramon Amores junto a la pancarta reivindicativa.

Ramon Amores junto a la pancarta reivindicativa. / DM

Andratx

“No existe otra alternativa posible”. Así de claro lo ha manifestado el Ayuntamiento de Andratx en relación a la expropiación de Ramon Amores, un vecino andritxol de 66 años que se verá afectado por la construcción del polideportivo de Es Vinyet. De hecho, este vecino asegura que está de acuerdo con la nueva instalación deportiva pero rechaza que se quede sin casa. ¿Qué pide? Una vivienda similar a la que tiene. “No puedes destruir la vida de una persona así”, sentencia. Desde el Ayuntamiento han manifestado que son “plenamente conscientes de la complejidad de esta situación, y lamentamos profundamente que se haya tenido que llegar a este punto. Sin embargo, desde el rigor técnico y legal que nos corresponde, no existe otra alternativa posible”.

Ramon Amores, un vecino ‘andritxol’ de 66 años, posa frente a su vivienda.

Ramon Amores, un vecino ‘andritxol’ de 66 años, posa frente a su vivienda. / DM

El Ayuntamiento explica que la vivienda en cuestión es una construcción ilegal, realizada sin licencia urbanística y sin posibilidad de regularización. Tal y como contó el propietario, el Consistorio le abonará 387.000 euros por el valor del terreno. Fuentes municipales razonan que “al tratarse de una edificación ilegal, no es legalmente posible indemnizar por la casa”. Es verdad, como contó el afectado en su momento, que el Ayuntamiento ofreció una vivienda municipal como alternativa habitacional, propuesta que fue rechazada por el propietario, quien solicitó una finca de características similares a la actual. Su casa actual cuenta con terreno, salón comedor, dos dormitorios, dos baños, patio, lavandería, piscina y barbacoa, además de la zona de los olivos, el huerto y los animales. “Todo ello no cabe en un piso que me ofrecen desde el Ayuntamiento”, sentencia Amores, que pone de manifiesto su desacuerdo con la cantidad de dinero que le quieren abonar con la expropiación porque lo que reclama el afectado es una vivienda similar a la que ahora le quieren expropiar. Desde el Ayuntamiento recuerdan que el afectado reclama una indemnización de 1,2 millones, “una cifra que resulta inviable desde el punto de vista técnico y jurídico debido a la situación de ilegalidad total de la construcción”. En este punto, el afectado desmiente que exija tal cifra y recuerda que su demanda es tener una vivienda similar o en caso de no ser factible, que le dejen la suya.

Desde hace más de 20 años

El Consistorio recuerda que esta expropiación está prevista en el planeamiento urbanístico municipal desde hace más de 20 años. “Durante el periodo de exposición pública y presentación de alegaciones, no consta que los propietarios hayan presentado ningún escrito, a pesar de haber tenido la oportunidad de hacerlo”, insisten desde el Ayuntamiento. Algo que, según los propietarios, no hicieron porque no se enteraron.

Fuentes municipales aseguran que el desalojo no será inminente. “Se ha informado con total transparencia de que, entre los procesos de licitación, contratación y comienzo efectivo de las obras, aún transcurrirá más de un año. Desde el área de Urbanismo se ha hecho todo lo posible para acompañar y asistir a los afectados. La alcaldesa se ha reunido personalmente con ellos y con sus abogados en diversas ocasiones, y los técnicos municipales han proporcionado toda la información y explicaciones pertinentes”, sentencian desde el Consistorio.

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