¿Qué pasará con los huevos de la granja de los horrores de Llucmajor?

El conseller de Agricultura, Joan Simonet, ha anunciado este viernes que su departamento toma medidas cautelares contra una de las seis naves de la granja avícola de Llucmajor, que esta semana está en el foco de la noticia tras publicarse imágenes de la explotación de los horrores difundidas por entidades ecologistas.

Así, el Govern abre un expediente sancionador a la granja por infracciones en materia de higiene en la producción ganadera y paraliza la actividad de la nave 7G, además se ordena la baja de inscripción en el registro de esta instalación. Las 20.000 gallinas de esta nave se tendrán que sacrificar mientras que los huevos producidos en esta nave, además de los que ya estén almacenados, se inmovilizarán, por lo tanto, se prohíbe su distribución y comercialización, un hecho que impedirá que estos huevos entren en la cadena alimentaria.

En la rueda de prensa convocada para explicar los detalles del informe técnico elaborado tras la inspección del martes y que se prolongó durante ocho horas, el director general de Agricultura, Fernando Fernández, ha concretado que la conselleria solo tiene potestad para inmovilizar los huevos que están en producción en la nave clausurada y los que están almacenados. Ya que una vez, los huevos entran dentro de la cadena alimentaria, el organismo competente de actuar es Salud Pública.

Así las cosas, Joan Simonet ha avanzado que se remitirá el informe técnico a Salud Pública que es quién decidirá si hay que retirar los huevos procedentes de la nave clausurada que ya se encuentran en la cadena alimentaria. De hecho, ha concretado que los huevos cuentan con un código, por ello, la trazabilidad es fácil de seguir. Fernández también ha detallado que los huevos producidos por Avícola Son Perot se destinan al mercado interior.

Entidades ecologistas denuncian la presencia de ratas, cadáveres y suciedad extrema en la polémica granja avícola de Llucmajor

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Sanciones

Cabe recordar que la inmovilización de los huevos es una de las medidas cautelares aplicadas por el Govern tras contar con el informe técnico de la inspección del martes en la granja avícola de Llucmajor realizada junto al SEPRONA tras la denuncia, con imágenes incluidas, por parte de entidades ecologistas que en la explotación había gallinas y ratas muertas, además de una suciedad extrema. Además del cierre de una de las seis naves, el departamento de Simonet también ha abierto un expediente sancionador a la empresa avícola por infracciones en materia de higiene en la producción ganadera, dichas infracciones pueden conllevar una multa de hasta 420.000 euros.

Además de la nave clausurada, los inspectores han indicado que en las otras cinco naves se han constatado deficiencia leves que se pueden resolver. Eso sí, Fernández ha explicado que el mismo patrón de la falta de higiene y limpieza se traslada en las otras cinco naves que albergan gallinas en producción en suelo, en jaula y camperas pero el informe determina que en estas cinco naves dichos problemas se resuelven aumentando la limpieza y no son sancionables.

El director general ha recordado que en agosto de 2024 se hizo una inspección que dio como resultado un procedimiento sancionador y una resolución de medidas cautelares. En octubre se denunció ante Fiscalía la posible comisión de un delito ambiental pero el proceso se archivó por vía penal este mes de febrero. El último control realizado el 27 de febrero se confirmó la reducción del censo de gallinas a 40.000, un plan de desescalada que se debe completar el 31 de diciembre de 2025.

La plataforma cree que la reacción del Govern contra la granja de Llucmajor llega "tarde" y es "insuficiente"

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