Los vecinos de Can Garriga denuncian los impactos ambientales que les amenazan

Expresan su gran preocupación por el parque fotovoltaico autorizado en el entorno y por la importación de residuos de Eivissa para incinerar en la vecina planta de Son Reus

Vecinos de Can Garriga se muestran preocupados por los proyectos que amenazan su tranquilidad.

Vecinos de Can Garriga se muestran preocupados por los proyectos que amenazan su tranquilidad. / Miquel Bosch

Marratxí

La comunidad de propietarios de la urbanización de Can Garriga, en el municipio de Marratxí, han expresado públicamente su malestar con el equipo de gobierno actual de Marratxí (PP-Vox) por sentirse desamparados ante el impacto ambiental de diferentes proyectos ubicados en el entorno que amenazan a los vecinos y vecinas.

Las quejas se sitúan, principalmente, sobre el parque fotovoltaico previsto cerca del núcleo, que ha sido autorizado. Los residentes lamentan que en su día, dentro del plazo legal correspondiente, presentaron alegaciones en contra del proyecto sin que hasta la fecha hayan recibido ninguna contestación a las enmiendas. También expresan su malestar con el Ayuntamiento de Marratxí por no haber iniciado un proceso de participación ciudadana, algo que consideran esencial en este tipo de proyectos dabido a la gran envergadura de la instalación prevista y que puede afectar significativamente al entorno de sus viviendas.

Igualmente se quejan que en la inauguración del parque público en Can Garriga el pasado mes de abril, con presencia de autoridades del Ayuntamiento y el Consell, no fueran invitados ni se les comunicase el acto, teniendo en cuenta que este equipamiento era una de las principales demandas vecinales en esta zona del municipio.

Y por último, una de las máximas preocupaciones de los vecinos y vecinas son los constantes problemas de olor, ruidos y el progresivo deterioro de las condiciones de salubridad de la zona debido a la proximidad de la incineradora de Tirme. Los residentes vienen solicitando reuniones con el Consell de Mallorca para paliar esta problemática que ahora, además, se ha visto incrementada con el anuncio de importación de residuos de Eivissa para incinerar en Son Reus, lo que que previsiblemente agravará más la situación que ya padecen. Según la información publicada, esta operación generará unos 50 millones de euros para el Consell. Los vecinos lamentan que no se haya anunciado ninguna inversión para mejorar el entorno de los afectados.

Un cartel de protesta junto a la señalización que indica la ubicación del núcleo residencial.

Un cartel de protesta junto a la señalización que indica la ubicación del núcleo residencial. / M. Bosch

Otro de los puntos que también consideran de extrema gravedad es la falta de un plan de evacuación, ya que el único acceso con el que se cuenta, según explican, es “una calle, y la única salida peatonal existente, que atraviesa un solar cercano, ha sido cerrada". "Esta situación deja a muchas familias sin una vía alternativa de salida en caso de emergencia, en caso de producirse una explosión, una inundación u otro tipo de desastre, las autoridades deberán afrontar las consecuencias de no haber previsto una evacuación adecuada a nuestra comunidad”, apuntan.

Por todo ello, la comunidad de propietarios manifiesta su firme oposición al proyecto del parque fotovoltaico previsto junto a la urbanización, así como su profunda preocupación por la falta de medidas que garanticen la seguridad, la salud y el bienestar de los residentes en la zona.

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