Multas de 400 euros por ir desnudo por la calle: esta foto hecha en Calvià recuerda la norma

El Ajuntament activó el año pasado las sanciones por circular sin ropa o en bañador por la vía pública, dentro de su estrategia para reforzar la convivencia y el respeto vecinal

Imagen de archivo de turistas paseando por la costa de Mallorca.

Imagen de archivo de turistas paseando por la costa de Mallorca. / DM

Palma

Una publicación en Instagram ha vuelto a poner sobre la mesa una norma municipal que muchos turistas parecen olvidar al llegar a la isla: caminar sin ropa o en bañador fuera de las playas puede salir caro. Hasta 400 euros de multa pueden imponer las autoridades locales a quienes incumplan esta regla.

Normas claras para un turismo más respetuoso

El Ayuntamiento de Calvià activó el año pasado una campaña informativa para recordar a los visitantes cuáles son las normas básicas de convivencia. La normativa municipal no solo prohíbe expresamente deambular desnudo por la calle, sino que también sanciona con multas el hecho de circular en bañador por espacios urbanos o consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. Aunque la sanción económica varía según la infracción, la de ir completamente sin ropa puede ascender a los 400 euros.

Concienciar antes que sancionar

Desde el consistorio insisten en que el objetivo no es recaudar, sino educar en el respeto y prevenir. Por eso, la campaña se centra en informar a los turistas desde el primer momento, tanto en hoteles y zonas de alta afluencia. La idea es que los visitantes sepan desde el primer día que, fuera de las playas, hay un código de vestimenta básico.

El mensaje es también una llamada a evitar los excesos asociados al turismo de masas. Las autoridades locales alertan de que ciertos comportamientos generan incomodidad entre los residentes y dañan la imagen del destino. El uso desmedido del espacio público como lugar de fiesta, los paseos en bañador por zonas residenciales y el consumo de alcohol en la calle son algunas de las conductas que se quieren erradicar.

Calvià recibe cada año a cientos de miles de turistas y la convivencia depende de todos. Informarse de las normas, respetar el entorno y adaptarse a las costumbres locales es el primer paso para que la experiencia en la isla sea positiva tanto para los visitantes como para los vecinos.

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