Lletra Menuda

Cuando te leen la cartilla en público

Otra imagen de la urbanización Muleta I del Port de Sóller.

Otra imagen de la urbanización Muleta I del Port de Sóller. / J.Mora

Llorenç Riera

Llorenç Riera

La inoportunidad de la parálisis que maniata la recepción de Muleta I cae por su propio peso al igual que la inconsistencia de los argumentos que deja asomar el Ayuntamiento de Sóller para intentar darle soporte de justificación. Los motivos últimos de la inoperancia municipal deben ser otros al margen de la dificultad para notificar a los propietarios esgrimida desde el Consistorio. Es probable que los avatares políticos que ha vivido Sóller en los últimos tiempos tengan algo que ver con este no hacer ni dejar hacer.

Por si acaso el impedimento de notificar en persona a los afectados fuera sustento válido, pero que bajo ningún supuesto puede ser el último recurso, el Defensor del Pueblo se ha encargado de señalar un camino a seguir que no tiene nada de nuevo ni desconocido: la notificación legal a través del BOE. No deja de chocar que los perjudicados hayan podido comunicar con el organismo de amparo que personifica Ángel Gabilondo pero el Ayuntamiento, según propia explicación, no logre dar con ellos. La fluidez de la gestión pública no siempre circula en la misma dirección y eficacia. O se atasca.

Así las cosas, el Defensor del Pueblo ha acabado leyendo la cartilla al Ayuntamiento de Sóller, lo cual llega a producir un cierto rubor ajeno porque para ello no ha sido necesaria una resolución enrevesada o de alto contenido técnico. Ha bastado con recordar las funciones y obligaciones básicas de la Administración Local y las herramientas reguladas para llevarlas a término. Se le pide también eficacia y celeridad cuando deba impulsar, supervisar y garantizar la ejecución de los proyectos urbanísticos para, entre otras cosas, no vulnerar los derechos de los ciudadanos.

Dado que el gobierno municipal de Sóller ha quedado en evidencia, cabe suponer que ahora sabrá reaccionar y activar los canales definitivos para delimitar y aprobar las infraestructuras y calles de Muleta. Pero todo es posible. La reactivación del expediente ya se había anunciado con anterioridad con tan poca convicción que hasta la burocracia de las notificaciones asépticas la estancó en el punto de partida.

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