Inca aprueba la construcción de 300 viviendas “sin especular con el suelo rústico”

El pleno celebrado el jueves en el Ayuntamiento de Inca aprobó con el voto favorable de todos los partidos tres modificaciones urbanísticas que permitirán la construcción de más de 300 viviendas “sin especular con el suelo rústico”, tal y como precisa el equipo de gobierno integrado por PSOE y Més en referencia al decreto del Govern que autoriza la reclasificación de suelo rústico para construir más viviendas en los municipios de Mallorca que superen los 20.000 habitantes, que pueden decidir si reclasifican las áreas de transición para que puedan acoger nuevas promociones. Con las medidas aprobadas en el pleno, el Consistorio de Inca deja claro que no tiene intención de “ocupar ni un metro cuadrado de suelo rústico” y apuesta por el desarrollo de parcelas urbanas privadas ubicadas en distintos puntos de la ciudad después de haber negociado los proyectos inmobiliarios con sus respectivos propietarios. Al menos 76 de las viviendas que se construyan serán de protección oficial.

La promoción que permitirá la construcción de más viviendas, un total de 200, está ubicada en el barrio de So na Monda, en la manzana que ocupa la empresa Gràfiques García. La modificación urbanística aprobada por la corporación transforma el uso industrial de la parcela en un uso residencial para desarrollar la futura promoción. La propiedad, además, deberá habilitar una zona verde y nuevos calles para ordenar el espacio urbano y mejorar la movilidad de la zona, teniendo en cuenta la proximidad del CIFP Pau Casesnoves ubicado justo delante de la futura promoción de viviendas.

La concreción y el distanciamiento de Inca

En la zona de la carretera de Llubí se ha modificado de forma puntual el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Inca para autorizar una nueva promoción privada de 76 viviendas de protección oficial que quedarán integradas en el tejido urbano existente. También está previsto incrementar la zona verde prevista y acometer una regeneración del entorno urbano. Esta actuación permitirá completar una manzana en la que actualmente existe un edificio de los años 60 que presenta una gran altura con respecto a las viviendas de su entorno. “Según el PGOU, este edificio estaría fuera de ordenación actualmente”, explica el teniente de alcalde de Urbanismo, Andreu Caballero, ya que “como mucho podrían construirse cuatro plantas y en este edificio hay ocho”. La modificación urbanística aprobada por el Ayuntamiento permitirá ahora construir en la misma parcela un edificio de la misma altura que el ya existente “a cambio de que toda la promoción sea de viviendas de protección oficial a un precio limitado”, como resultado de un convenio directo con el promotor, apunta el regidor.

La última modificación afecta a una unidad de actuación de suelo urbano ubicada en la barriada de Crist Rei, donde se eliminarán condicionamientos urbanísticos “obsoletos” y se facilitará la construcción de 32 viviendas “manteniendo las cesiones de espacio público y la ejecución de aceras y calles”, por lo que el proyecto inmobiliario de iniciativa privada permitirá acondicionar el entorno urbanístico de la futura promoción. Algunos de los inmuebles de este proyecto potenciarán el sistema de ‘coliving’ con el objetivo de ampliar la oferta de viviendas compartidas a precios más asequibles.

En este sentido, el alcalde Virgilio Moreno y el regidor de Urbanismo, Andreu Caballero, destacan que las tres actuaciones cuentan con el visto bueno de todos los partidos con representación municipal, lo que “garantiza la transparencia, la seguridad jurídica y el consenso social”. Asimismo, añaden que las iniciativas “forman parte de la hoja de ruta” presentada hace unas semanas por el Ayuntamiento para facilitar la construcción de más de mil nuevas viviendas en los próximos años, lo que “demuestra la determinación de Inca para actuar con agilidad, diálogo y responsabilidad”.

El alcalde Moreno concluye subrayando la “apuesta” del Consistorio por un modelo de “crecimiento propio” que sea “planificado, sostenible y con mirada social y medioambiental, alejado de fórmulas que fomentan la especulación y ponen en riesgo el territorio y el paisaje”. Según Caballero, la problemática de la vivienda “no puede arreglarse con un decreto o una ley, sino que depende del trabajo diario”.