Felanitx se luce con un espectacular Davallament

La representación de los últimos días de Jesús celebra medio siglo de historia «a lo grande» ante una plaza abarrotada

Anabel Ruiz

Anabel Ruiz

Felanitx volvió ayer a hacer historia. Y no de cualquier manera. Una épica representación de los últimos días de Jesús dejó al público atónito ante la magnitud del espectáculo de este año, que celebra medio siglo de vida. Una «espectacular y emotiva» puesta en escena dejó en vilo a una masa entregada durante cerca de cuarenta y cinco intensos minutos de Davallament. Seis escenarios, sonidos y luces propias de una superproducción americana eclipsaron la plaza de sa Font de Santa Margalida así como las calles aledañas. La noche prometía y no defraudó.

El centro comenzó a abarrotarse de vecinos bien pronto, quienes, ávidos, quisieron colocarse en un «buen sitio». Aunque este año era relativo ya que las primeras filas que antaño estaban tan cotizadas en esta edición les salió competidor. Y es que al moverse la representación hasta por seis escenarios diferentes hizo que los felanitxers fueran moviendo sus cuerpos al compás de la exhibición.

Las localizaciones elegidas fueron el tradicional replà así como la escalinata de la iglesia de Sant Miquel (donde Jesús, en una de las escenas más impactantes, agoniza colgado de la cruz en sus últimas horas); a las que se unieron la plaza de sa Font de Santa Margalida, el balcón de una vivienda de la zona y alguna calle colindante. Todo ello fue posible por el ingenio y empeño de los directores Marta Obrador y Joan Toni Sunyer, quienes, puesto a innovar, contaron con la interpretación de hasta tres vecinos para enfundarse en la figura de Jesús (Carles Oliver, que ya lo había hecho en anteriores ediciones, y Miquel Àngel Prades y Bernat Montserrat, que este año se estrenaron a lo grande). ¿El motivo? Porque por logística era imposible que Jesús llegara de una localización a otra a tiempo.

Davallament de Felanitx

Davallament de Felanitx / Anabel Ruiz

Pero no era la única novedad. La banda sonora que acompañó la conmovedora representación fue confeccionada exclusivamente para la ocasión de la mano del compositor Joan Martorell. De este modo, la música italiana de la época quedó guardada en un cajón para dar paso a una melodía que marcaba-en palabras del organizador del Davallament, Llorenç Vadell- los tiempos de la interpretación al detalle, lo que obligó a los actores (160 voluntarios amaters de la localidad) a emplear a fondo sus cinco sentidos. Y todo para cumplir con las expectativas de una tradición que, más que un acto religioso y cultural, «es un rasgo significativo de Felanitx». Es ‘fer poble’, algo muy nuestro», aseveró Vadell.

El Davallament culminó cerca de las diez de la noche sobrepasando las expectativas de los presentes para dar paso a la procesión del entierro, que por primera vez contó con una representación en vivo y no la tradicional imagen que se portaba hasta el Convento de Sant Agustí. La procesión, que contó con diez cofradías, recorrió las calles principales de la localidad.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents