Respeto y solemnidad en las procesiones del Jueves Santo

Miles de personas llenaron las calles para presenciar las marchas religiosas que evocan la última noche de Jesús

Inca

Miles de personas de los distintos pueblos de la Part Forana participaron este jueves por la noche en las tradicionales procesiones del Jueves Santo, la noche en la que el Cristianismo recuerda la Última Cena. Las marchas religiosas estuvieron marcadas en todo momento por la solemnidad, el silencio y la devoción. Los penitentes de las distintas cofradías de los pueblos de Mallorca salieron en procesión y portaron sus pasos históricos entre una gran expectación popular que variaba en función de la tradición existente en cada municipio de la isla.

Las procesiones y misas previas rememoran la Última Cena y el lavatorio de pies antes de la muerte y resurrección, una escena bíblica que fue reproducida en algunos de los actos programados. Así, la del Jueves Santo es por tanto una de las dos procesiones solemnes que preceden a la resurrección y que marcan el culmen en las celebraciones de Semana Santa. Penitentes, pasos obrados y decorados y bandas celebraron la última noche de Jesús.

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