Joan Villalonga, presidente de las Confraries de sa Pobla: "Los jóvenes prefieren ir de tardeo que salir en las procesiones de Semana Santa"
La asociación de Cofradías de sa Pobla lamenta la falta de relevo generacional en la organización de los actos tradicionales de la Pascua, que ya no se siguen como antes

Joan Villalonga, presidente de la asociación de cofradías de Semana Santa de sa Pobla. / T.Crespí
Joan Villalonga (sa Pobla, 1955), es quien ejerce como presidente de la Asociación de Confraries de Semana Santa de este municipio. Su mirada se detiene en un fenómeno que parece extenderse, una preferencia de los jóvenes por el ambiente distendido del 'tardeo' en contraposición a la solemnidad y el recogimiento de las procesiones de Semana Santa. Sa Pobla, cuna de nueve cofradías y escenario de catorce pasos que narran la Pasión de Jesús, ha buscado en los últimos años fórmulas para mantener viva la tradición. Nos referimos, por ejemplo, a la introducción de un acto que ha logrado una notable acogida: el simulacro del terremoto. Esta representación, que tiene lugar el Viernes Santo en la iglesia de Sant Antoni Abat, incorpora elementos musicales y lumínicos, contando con la valiosa colaboración de la Banda de Música de sa Pobla, lo que sin duda confiere a este evento un carácter singular en toda la isla de Mallorca.
Sin embargo, en el seno de la asociación persiste una preocupación palpable. Joan Villalonga explica con cierta nostalgia cómo "los jóvenes parece que nos han abandonado". Evoca tiempos no tan lejanos en los que existía un mayor entusiasmo por la confección de los trajes y por participar activamente en las procesiones del Jueves y el Viernes Santo. Los datos que manejan en la asociación vienen a confirmar esta sensación. Si hace aproximadamente una década o doce años, alrededor de un millar de personas se sumaban a las procesiones que recorrían la localidad, en el presente, esa cifra se ha reducido a prácticamente la mitad.

Interior de la tienda de Cas Cotxer, donde venden las telas necesarias para elaborar los vestidos de nazarenos. / T.Crespí
A pesar de este descenso en la participación, aún se constata la presencia de personas que mantienen viva la llama de la tradición y desean seguir participando. Eso sí, su número es cada vez más reducido. Un testimonio de este sentir lo encontramos en la Tienda de Cas Cotxer de sa Pobla. Allí, Martí Mestre y su hija Joana María Mestre continúan vendiendo las telas necesarias para la confección de los tradicionales vestidos y decoran su escaparate con motivos alusivos a la Semana Santa, manteniendo así el espíritu festivo en el ambiente comercial.
Martí y Joana María comparten una anécdota reciente que ilustra este cambio de tendencia: "En Navidad una abuela quiso regalarle las telas para hacer el vestido a su nieto, pero en la localidad la demanda de telas para hacer nuevos vestidos ha disminuido", afirman, reflejando una realidad que preocupa a los más comprometidos con la tradición. Mientras conversan, observamos cómo entran algunas personas al establecimiento con el propósito de adquirir guantes para participar en las próximas procesiones, un pequeño indicio de que la tradición, aunque con menos adeptos en sa Pobla, sigue viva.
La incertidumbre sobre el número exacto de participantes en las procesiones se mantiene hasta los propios días del Jueves o Viernes Santo. Joan Villalonga reconoce que, debido a la menor afluencia, "hemos reducido el recorrido en los últimos años porque son menos que antes". Rememora cómo en épocas pasadas, la longitud de la procesión era tal que la cabeza llegaba a tocarse con la cola, una imagen que hoy en día resulta difícil de imaginar.
La organización de la Semana Santa en sa Pobla tiene una historia que se remonta a la constitución de una comisión de cofradías, una entidad predecesora de la actual asociación y que también estuvo coordinada por Joan Villalonga de Arriba. La primera junta directiva de esta comisión estuvo integrada por figuras locales como Sebastià Campins, Miquel Capó, Joan Socias Campets, Joan Socias Guixe, Joan Cantallops Costa, Joan Pol y Joan Llobera Roig, quienes sentaron las bases de la organización actual.
En un periodo más reciente, el exalcalde Llorenç Gelabert también desempeñó un papel importante al frente de esta asociación, ocupando la presidencia entre los años 2011 y 2019, dejando su impronta en la gestión y el desarrollo de las celebraciones.
Venta de vestidos de segunda mano
Por otra parte, en los días previos a la Semana Santa, las redes sociales se han convertido en un espacio donde se pueden observar publicaciones de personas que optan por vender sus vestidos de segunda mano. El precio tanto de las telas nuevas como de los vestidos de segunda mano varía considerablemente, dependiendo de la cofradía a la que pertenezcan, ya que cada una emplea tejidos y ornamentaciones específicas. Los precios de las telas oscilan aproximadamente entre los 65 y los 150 euros. En cuanto a los vestidos de segunda mano, su precio puede situarse entre los 200 y los 250 euros, mientras que un vestido nuevo puede llegar a costar el doble o incluso más, lo que supone un desembolso considerable para las familias.

Un escaparate lleno de motivos propios de la Semana Santa 'poblera'. / T.Crespí
La Asociación de Cofradías también afronta en el presente un desafío logístico importante: la falta de espacios adecuados para el almacenamiento de las peanas y de todo el material que conforma los pasos procesionales. Se necesitan cocheras donde poder guardar estos elementos durante todo el año, y actualmente la asociación recurre al alquiler de estos espacios para poder llevar a cabo esta tarea fundamental.
A pesar de los desafíos y la disminución en la participación juvenil, la esperanza perdura en las palabras de Joan Villalonga: "Esperamos que más jóvenes se animen a unirse a las cofradías". Un anhelo por ver cómo las nuevas generaciones se involucran en este acto que representa una manifestación cultural y de devoción, manteniendo viva la tradición de recorrer las calles de sa Pobla repartiendo caramelos y los típicos "confits". La reflexión sobre el futuro de estas tradiciones y el equilibrio entre el ocio contemporáneo y las manifestaciones religiosas y culturales sigue abierta en sa Pobla y en muchos otros lugares que viven intensamente la Semana Santa.
En el programa municipal de este año dedicado a la Semana Santa, además del saludo y la felicitación del párroco local, Felip Salvador Diez Forteza, se incluye el pregón del año pasado, pronunciado por Joan Enric Capellà. En este texto se ofrece una detallada cronología de las cofradías del municipio, junto con otros datos de interés histórico y cultural. Este año se realizó un pregón glosado a cargo de Felip Cerdà, con la Coral de sa Pobla, acompañada de un sexteto de violín, que cerró el acto. Las primeras cofradías que se fundaron en sa Pobla fueron la de L'Hort de Getsemaní y la de Sant Antoni. La primera procesionó por primera vez en el año 1950, y la segunda un año después. La última en incorporarse a la tradición procesional ha sido la de Sant Pere Apòstol. Entre estas, encontramos otras cofradías con una larga historia y tradición en la localidad: Sant Tomàs de Aquino, Mare de Déu de Lluc, Bon Jesús, Sant Isidre Llaurador, Donants de Sang i Santa Margalida. La franja de edad de los miembros de estas cofradías oscila mayoritariamente entre los 25 y los 65 años.
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