Felanitx lo tiene todo a punto para representar el Davallament, que este año cumple medio siglo: "Será espectacular"

Felanitx ultima los preparativos para su gran día: el Davallament. Con los nervios a flor de piel, este Jueves Santo los técnicos y miembros de la organización comprueban que todo esté perfecto para la representación de los últimos días de Jesús: luces, sonido, escenarios (en plural, porque este año habrá seis diferentes), vestuario,… “Este 2025 hemos tirado la casa por la ventana con el cincuenta aniversario del Davallament y tenemos muchísimo trabajo”, confiesa Llorenç Vadell, portavoz y miembro de la organización, al tiempo que dirige a sus compañeros: “No, aquí no me gusta el escenario, ponlo más para allá”.

Y es que se trata de una efemérides “muy importante que se debe celebrar a lo grande”. Por ello, el artista felanitxer Miquel Barceló ha confeccionado el cartel promocional, mientras que IB3 retransmitirá, por primer vez en la historia, el Davallament en directo a partir de las 21 horas. Todo ello para poner en valor una tradición tan arraigada y querida en Felanitx. “Para los felanitxers, el Davallament es mucho más que un acto religioso y cultural. Es ‘fer poble’, algo muy nuestro”, asevera Vadell, quien revela que no hay vecino de la localidad que el Viernes Santo no asista a la representación de Jesús antes de que dé el ‘sus’ la procesión.

En total, 160 personas saldrán a escena este Viernes Santo durante cuarenta y cinco intensos minutos. Francisca Joan interpretará a la Virgen María, mientras que tres vecinos representarán la figura de Jesús: Carles Oliver (que ya lo ha hecho en anteriores ediciones) y Miquel Àngel Prades y Bernat Montserrat (que este año se estrenan a lo grande). “Es la primera vez que tendremos a tres personas interpretando al Bon Jesús, pero por logística lo hemos hecho así porque no daba tiempo a que llegaran de un escenario a otro”, explica Vadell. Y es que cuando hablaba de que este año han tirado la casa por la ventana no exageraba: el Davallament contará con seis escenarios diferentes (además del conocido replà y las escalinatas de la iglesia de Sant Miquel, se suman calles aledañas, la plaza de sa Font de Santa Margalida y el balcón de una vivienda de la zona). “Así el público quedará integrado en la representación. Será espectacular”, objeta Vadell. 

Todo ello bajo las directrices de Marta Obrador y Joan Toni Sunyer, que se han empleado a fondo para que este año sea recordado, y homenajeado, como se merece. Así, se suman nuevos efectos sonoros y luminotécnicos -“será visualmente muy espectacular”, aventura Vadell- y por primera vez la representación de los últimos días de Jesús contará con una banda sonora elaborada expresamente para el Davallament felanitxer de la mano del compositor Joan Martorell. “Antes se utilizaba música italiana de la época, pero este año contamos con la nuestra propia”, apostilla el portavoz de la organización.

Los personajes, como desde hace dos ediciones, interpretarán sus propios papeles, dejando a un lado la figura del narrador que leía ‘fil per randa’ el texto del sacerdote Antoni Oliver. Vadell lo arguye: “Hay una escena, por ejemplo, en la que la Virgen María le dice a Jesús: ‘Hijo mío, qué ojos’. Escuchar la voz de la Virgen María en directo no tiene precio. Pone los pelos de punta y consigue que el público empatice más con la escena”.

Mientras Vadell nos atiende, continúa dirigiendo a sus compañeros para que acaben de poner a punto la plaza de sa Font de Santa Margalida y la popular escalinata de la iglesia de Sant Miquel. “Es mucho trabajo pero lo hacemos con mucho gusto”, confiesa. Y no solo él. También las decenas de jóvenes voluntarios que año tras año se unen a este proyecto, que no deja de ganar adeptos. ¿El secreto? En palabras de Vadell, el cariño, el respeto y la tradición que supone el Davallament para Felanitx. “Es un rasgo identificativo nuestro y todos luchamos para que se conserve”, defiende. Y parece que lo hará por muchos años más, porque con ganas, empeño e ilusión “todo se puede conseguir”. Y el Davallament de Felanitx es una muestra de ello.