El Consell permitirá la caza en las fincas de su propiedad

La institución inicia el procedimiento de cartificación de calidad de caza mayor que permitirá controlar las poblaciones de cabra salvaje mallorquina

El vicepresidente del Consell Pedro Bestard, en la feria dedicada al mundo de la caza.

El vicepresidente del Consell Pedro Bestard, en la feria dedicada al mundo de la caza. / Consell

Inca

El vicepresidente segundo y conseller insular de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes del Consell de Mallorca, Pedro Bestard, ha anunciado en la fira Cinegética 2025 que su departamento ha iniciado el procedimiento de certificación de calidad de caza mayor en las fincas públicas de la institución insular. Bestard ha visitado este sábado el stand oficial del Consell de Mallorca en la feria especializada de caza, que se celebra en el recinto ferial IFEMA de Madrid este fin de semana y en la que se exhibe el chivo balear como una especie única en el mundo y ofrece información sobre las peculiaridades de la actividad cinegética en la isla.

Bestard ha explicado que «ya se está trabajando en el procedimiento de declaración de cotos de caza, así como de certificación de sus fincas públicas, en el ámbito del certificado de calidad de caza mayor, en base al Decreto 91/2006, de 27 de octubre, de regulación de poblaciones caprinas». El vicepresidente ha recordado que el Consell de Mallorca cuenta con fincas públicas emblemáticas, como Tossals Verds, Son Fortuny, Son Massip, Son Amer o sa Coma d'en Vidal, «con poblaciones gestionadas de cabra salvaje mallorquina (boc balear) de gran relevancia. Estas fincas inicialmente constituían cotos de caza y, posteriormente, pasaron por la figura de caza controlada y refugios de fauna», ha precisado al respecto.

Con todo, ha detallado que "muy pronto estas fincas públicas dispondrán del distintivo de buena gestión que supone el certificado de calidad, para seguir la labor de conservación de la cabra salvaje mallorquina (boc balear)" y ha remarcado que "la función social, de divulgación y de espejo de buenas prácticas debe ser inherente a las fincas de titularidad pública, por lo que se espera que las tareas de trabajo de campo de los funcionarios del Consell, contando siempre con la implicación activa de las entidades cinegéticas y de la sociedad civil, encuentre la mejor cabida y la mayor difusión en los medios de comunicación, redes sociales, ferias y eventos públicos».

En este sentido, el conseller de Medio Ambiente ha aclarado que "este paso no habría sido posible sin la colaboración histórica de asociaciones de cazadores de diversas modalidades, cuya implicación y altruismo merece la mayor consideración y respeto, y con las que se seguirá contando para seguir la labor realizada". "El certificado de calidad de caza mayor comporta el censado y seguimiento individualizado de las poblaciones caprinas en cuanto a calidad genética y densidad", ha explicado Pedro Bestard, quien ha asegurado que, de este modo, "con un número de ejemplares inferior, conseguimos proteger la flora de las fincas y evitamos la erosión del terreno. También conseguiremos que las poblaciones de este animal se encuentren en mejor estado fisiológico».

Modelo de gestión de calidad

La cabra salvaje mallorquina, conocida internacionalmente como chivo balear, es una forma insular de origen antrópico "única y exclusiva de Mallorca", que supone un recurso genético original que debe ser preservado desde diversos ámbitos de conservación. "Constituye, a su vez, un caprino de gran valor trofeístico", añade el Consell. "Esto ha animado a que un número cada vez mayor de fincas privadas se acojan a este modelo de gestión, porque implica un control de las poblaciones caprinas a la vez que se genera valor añadido".

La cabra salvaje mallorquina sólo se puede cazar y comercializar en cotos y fincas con certificado de calidad de caza mayor, bajo precinto y bajo la supervisión de guías de caza mayor acreditados por el Consell de Mallorca, o bien por agentes ambientales de la misma administración. Los ejemplares que se abaten son los necesarios para estabilizar demográficamente a la población en una densidad controlada. Es por ello, según ha explicado Bestard, que, con la certificación de calidad en las fincas públicas gestionadas por la institución insular, "se avanzará en un modelo de gestión de calidad, técnicamente fundamentado, que combina caza y conservación y que se conjuga con un mensaje en positivo para el medio ambiente, para la sociedad, para las fincas y propietarios, así como para los propios cazadores".

«Es una apuesta que generará dinámicas favorables para nuevas fincas privadas en la Serra de Tramuntana y en la península de Artà, que recibirán todo el asesoramiento técnico necesario por parte del departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca. Por último, se mejorará el control de las poblaciones caprinas, así como los recursos y posibilidades para las fincas privadas», ha apostillado el conseller de Medio Ambiente.

Tracking Pixel Contents