Mercado inmobiliario

La finca ‘manacorina’ de Santa Cirga, propiedad de los March y cuna de Mossèn Alcover, sale a la venta

Valorada en 13 millones de euros, consta de 200.000 metros cuadrados y varias casas, una de las cuales fue el lugar de nacimiento de uno de los padres de la lengua catalana, Antoni Maria Alcover

Una vista general de las casas

Una vista general de las casas

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Manacor

La emblemática finca de Santa Cirga, situada al lado de la carretera que va de Manacor a Porto Cristo, famosa tanto por su valor patrimonial como por haber sido cuna de uno de los padres de la lengua catalana, Antoni Maria Alcover, está en el mercado. La empresa madrileña Agrogestion SL lleva varios días buscando compradores privados para los terrenos y las casas propiedad de la familia March, valoradas con un precio de salida de 13 millones de euros.

La finca, que consta de unos terrenos de aproximadamente 203.764 metros cuadrados, e incluye una casa señorial de aproximadamente 1.800 metros cuadrados construidos, que consta de planta baja, planta primera y bajo cubierta, con amplios salones, terrazas panorámicas, elegantes comedores y salas de estar, mostrando la artesanía y el lujo refinado.

Santa Cirga destaca también por sus jardines, creados por el reconocido arquitecto y diseñador de paisajes Leandro Silva Delgado (también reputado por la restauración del Jardín Botánico de Madrid), que han sido utilizados durante años como espacio para bodas. El conjunto dispone incluso de una piscina privada con una superficie de aproximadamente 70 metros cuadrados. Además, según la información de venta, cuenta con dos pozos capaces de garantizar la sostenibilidad y el bienestar de la propiedad.

Mossèn Alcover

Mossèn Alcover / DM

En una de las casas anexas a la principal, se encuentra una capilla en perfecto estado de conservación y la edificación adyacente, donde nació precisamente Antoni María Alcover Sureda (Manacor 1862-Palma 1932). Además de otras dependencias auxiliares con una superficie total aproximada de 3.652 metros cuadrados.

Santa Cirga es una de las posesiones más emblemáticas del término de Manacor. Ya documentada en el siglo XIII (1231), era propiedad de la familia Sureda, que llegó de Cataluña acompañando al rey Jaume I en la segunda expedición a Mallorca. La familia Sureda la poseyó hasta el siglo XVIII, cuando Joan Fontirroig Sureda-Sanglada heredó los bienes de su madre en el año 1709.

Morell de Pastoritx

En el siglo XIX, por extinción de la rama masculina de los Fontirroig, los bienes de Santa Cirga, así como los de los Fontirroig, pasaron a manos de los Morell de Pastoritx, con quienes se habían emparentado. Con el paso del tiempo, la finca manacorina pasó a formar parte del patrimonio del empresario Joan March en el siglo XX. De hecho aún pertenece a parte de la familia de banqueros.

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