Vueling deja tirados a 34 mallorquines que iban a la nieve a Andorra por no llevar el certificado de residente
La agencia de viajes les había asegurado que el certificado estaba validado pero a las puertas del avión la compañía les ha requerido el documento a todos los integrantes del grupo de Artà, un total de 56 personas. Los que han quedado en tierra han logrado viajar a Barcelona en barco

El grupo de Artà, antes de coger el barco. / DM
El viaje a la nieve que ha empezado con mal pie. Esto es lo que les ha ocurrido a un grupo de 56 personas vecinos de Artà que tenían programado para este viernes, aprovechando el fin de semana largo de vacaciones escolares, viajar a Andorra en familia, con la compañía aérea Vueling, en el primer vuelo de la mañana, de las 6.40 horas. Hasta aquí la teoría y la ilusión iban sobre ruedas pero justo a la llegada al aeropuerto llegó la sorpresa. Según relatan los afectados, se han encontrado con que después de haber reservado su viaje con una agencia de viajes y validado sus certificados de residente excepto uno, que lo tenía que presentar en el embarque, la compañía no ha aceptado los certificados validados y han solicitado el documento a todos los integrantes del grupo. Y aquí ha sido cuando han empezado los nervios teniendo en cuenta que era en plena madrugada y muchos daban por hecho que estaba validado porque así se lo habían dicho desde la agencia.
Llegados a este punto, algunos viajeros sí lo llevaban encima, otros han podido sacarlo a través de certificado electrónico. En Artà ya se había movilizado a familiares y a personal del Ayuntamiento. A las 6.30 horas el grupo había logrado conseguir los 35 certificados que faltaban, pero la sorpresa mayúscula ha llegado cuando desde la compañía les informaron que el vuelo estaba cerrado y no se los aceptaban. Todo esto a pesar de que ya sabían que el vuelo iba con retraso y no saldría hasta las 8.30 horas. El enfado y la frustración de los pasajeros era monumental. “Ha sido surrealista”, repetían los afectados. Sobre todo, porque, según relatan, la compañía les había dicho que estaba haciendo gestiones para solucionarlo.
"Ha sido surrealista, la compañía no ha querido saber nada. Ha sido una odisea”
“Eran las cinco de la mañana, no podíamos llamar a la agencia de viajes pero desde la compañía estaban haciendo gestiones para ver si podían encontrar una solución. Cuando faltaban dos o tres minutos para cerrar la puerta del avión, nos han dicho que no podíamos viajar. Le hemos explicado que teníamos una persona del Ayuntamiento de Artà pendiente de sacar los certificados que faltaban a la espera de que la compañía nos informara de cómo iban las gestiones que estaba haciendo pero que si nos daba dos minutos, la persona en Artà nos los enviaba. Nos ha dicho que lo hubiésemos hecho antes pero nosotros le hemos reprochado que estábamos pendientes de las gestiones de la compañía”, relatan los pasajeros. Desde Vueling les han dicho que tampoco los podían reubicar en otros vuelos y que hasta mañana no podrían salir. Todo ello teniendo en cuenta que el vuelo ha salido con dos horas de retraso
Surrealista
“Ha sido surrealista, la compañía no ha querido saber nada. Ha sido una odisea”, sentencian los pasajeros que remarcan que lo peor de todo es que han permitido volar a dos menores sin sus padres que se han quedado en tierra y han tenido que ir a Barcelona en barco. “Nos parece una situación surrealista porque si era por el certificado de empadronamiento, los teníamos dos minutos después del cierre. No los hemos sacado antes porque esperábamos noticias de la compañía. No entendemos por qué no nos han dejado entrar en el avión si iba con dos horas de retraso”, lamentan.
Así las cosas, 22 personas han podido coger el avión mientras que los 34 restantes se han tenido que buscar la vida. Así, al ver que perdían el vuelo, los afectados han empezado a buscar alternativas y la han encontrado en un barco rápido de Balearia, que les ha llevado a Barcelona. Por ello, del aeropuerto de Son Sant Joan han tenido que trasladarse en taxi al puerto de Alcúdia para poder llegar a tiempo a coger el autobús contratado en Barcelona, que les ha trasladado a Andorra.
Los pasajeros no han desaprovechado la oportunidad de dejar constancia de su odisea y de sus quejas hacia la compañía aérea en redes sociales. De hecho, la compañía aérea se ha puesto en contacto con ellos, aún así no les ha dado una solución inmediata. Por su parte, la agencia de viajes les ha aconsejado guardar los tickets de los gastos adicionales para poder reclamarlos posteriormente. Después del periplo, los artanencs han podido llegar a Barcelona, unos en barco y otros en avión, para coger a tiempo el autobús que les ha trasladado a Andorra en el día previsto.
La explicación por parte de Vueling
Fuentes de la compañía Vueling negaron anoche a este diario que la aerolínea haya dejado tirados a los pasajeros, tal como expresaron ellos mismos. Explicaron que el personal de tierra no pudo validar la residencia de los mallorquines y que por eso se les negó la posibilidad de subir a bordo.
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