Política

Vuelve la 'guerra' política entre Palmanyola y Bunyola

El alcalde pedáneo de Palmanyola, Arnau Llinàs, ha acusado esta semana al Consistorio de “bloquear las transferencias mensuales” que recibe la entidad local si no justifican previamente en qué gastarán “cada euro”

El conflicto estalla tras la ruptura del pacto entre SomAVI-El Pi y el PP, que ha dejado a los populares gobernando en solitario en el Ayuntamiento

Marian Serralta, alcaldesa de Bunyola, y Arnau Llinàs, alcalde pedáneo de Palmanyola

Marian Serralta, alcaldesa de Bunyola, y Arnau Llinàs, alcalde pedáneo de Palmanyola / Ajuntament/ELM

I.M.

El conflicto parecía dormido, pero ha despertado tras la ruptura del pacto entre SomAVI-El Pi y el PP, que ha dejado a los populares de la alcaldesa Marian Serralta gobernando en solitario en Bunyola. En ese contexto, se ha recrudecido una ‘guerra’ histórica entre la Entidad Local Menor (ELM) de Palmanyola, un feudo de SomAVI, y el Ayuntamiento.

Esta semana, el alcalde pedáneo de Palmanyola, Arnau Llinàs, acusaba al Consistorio en un vídeo publicado en redes sociales de “bloquear las transferencias mensuales” que recibe la entidad local si no justifican previamente en qué gastarán “cada euro”. “Es una maniobra arbitraria y no consensuada que sólo busca poner trabas a nuestra gestión”, denunciaron desde la ELM, que depende de estas transferencias para su funcionamiento diario.

En ese mismo vídeo, la vocal de Infraestructuras, Seguridad y Medio Ambiente, Victoria Muñoz, lanzó un mensaje de tranquilidad a los vecinos. “Es cierto que tendremos que dedicar más tiempo a estas tareas [en alusión a las justificaciones de gasto]. Pero no os preocupéis. Lo haremos igualmente porque no tenemos nada que ocultar”, aseveró.

Este diario contactó este jueves con la alcaldesa para pedirle su opinión sobre estas críticas, pero declinó realizar declaraciones.

No es la primera vez que se exterioriza el distanciamiento entre Palmanyola y Bunyola. En anteriores legislaturas, los conflictos han sido permanentes. La falta de sintonía y profundas desavenencias del primer edil de Bunyola, Jaume Isern (2007-2015), con el alcalde pedáneo de Palmanyola, Ramón Oliver, ambos del PP, llevaron a situaciones pintorescas, como que el Ayuntamiento alquilase un local para abrir una oficina municipal porque la Entidad Local Menor no permitía que la instalase en el edificio de la institución.

El Consorcio de Jaume Matas

Era el reflejo de un mal que venía de lejos. Antes, el PP de Jaume Matas usó la Entidad Local Menor para boicotear el ayuntamiento de Bunyola, gobernado entre 2002 y 2007 por un pacto entre Entesa d'Independents, PSM y PSIB-PSOE que había arrebatado la alcaldía al PP en una moción de censura, aunque la ELM siguió en manos de los populares. El Govern de Matas creó entonces el llamado Consorcio para el Desarrollo de Actuaciones de Mejora y Construcción de Infraestructuras en el Territorio de la Entidad Local Menor de Palmanyola, un instrumento único que no poseía ningún municipio con el que el Ejecutivo invirtió de forma directa decenas de miles de euros en obras de mejora en la urbanización.

En esos años, con la independiente Maria Cabot como alcaldesa de Bunyola, y Ramón Oliver como alcalde pedáneo, se produjeron otros conflictos pintorescos, como el de la regulación del tráfico. Las competencias para pintar una línea amarilla de prohibido aparcar se convirtieron en una batalla que llevó a pintar y borrar la línea en varias ocasiones ¿Quién tenía la potestad de la regulación del tráfico?

Las competencias y el dinero son las fuentes del eterno conflicto, a veces soterrado, otras a la luz pública. Ahora revive tras haberse roto el pacto en el ayuntamiento entre PP y SomAVI-El Pi. La agrupación de electores independiente, creada a partir de las asociaciones de vecinos de los núcleos del municipio, siempre ha pactado con los populares.

Jaume Isern

Formó parte del equipo de gobierno municipal los ocho años Jaume Isern como alcalde. En las pasadas elecciones se presentó coalición con El Pi y, tras ocho años de gobierno de EOB y PSIB-PSOE, volvió al poder de la mano de los populares. Tuvo un papel relevante en la caída de Juan Antonio Riera como alcalde tras solo un año de alcaldía, que fue relevado por Maria Antònia Serralta el pasado agosto. Cuando el pacto parecía reconducido, llegó la crisis de gobierno que ha dejado al PP en minoría.

Desde 2015 SomAVI gobierna también en la Entidad Local Menor, tras arrebatársela al PP.

Para entender el origen del conflicto entre Bunyola y Palmanyola hay que remontarse a la creación de la Entidad Local Menor, la única institución de estas características existente en Balears. Creada en 1985 tras un largo proceso administrativo, ofrece a este núcleo autonomía para gestionar servicios y recursos municipales. Tiene su propia brigada municipal, gestiona fiestas, cultura, deportes o infraestructuras de Palmanyola. Se organiza con un alcalde pedáneo y vocales y las decisiones se toman en la llamada junta vecinal, el equivalente al pleno para los municipios.

La institución puede acceder a subvenciones supramunicipales, como las del Consell o del Govern, pero no dispone de autonomía financiera. Y aquí está la clave de todos los conflictos. Su presupuesto depende de la asignación del Ayuntamiento, que se especifica en los presupuestos municipales: para la Entidad Local Menor siempre es poco, el Ayuntamiento defiende que es suficiente y justa.

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