Los vecinos de Cas Català sacan tarjeta roja contra las 60 viviendas proyectadas

Un centenar de residentes se han reunido este sábado para organizar las acciones y recoger firmas en contra de la urbanización

Los vecinos sacan tarjeta roja a los responsables de la promoción.

Los vecinos sacan tarjeta roja a los responsables de la promoción. / Juanlu Iglesias

Juanlu Iglesias

Calvià

Este sábado se han reunido más de un centenar de vecinos de la urbanización de Cas Català (Calvià), para organizarse en su lucha contra la construcción de sesenta viviendas en un barranco de esta urbanización, la única zona verde que tienen y en la que pensaban que en caso de construirse algo, serían servicios para los vecinos, ya que comentan que la zona carece de ellos. Han recogido firmas de todos los asistentes, que presentarán en el Ayuntamiento aún a sabiendas que estas firmas no tienen validez legal, pero sí causarán una gran presión política. También van a presentar una petición por registro para que el Ayuntamiento contemple una moratoria de seis meses para tener tiempo y organizarse.

Otras medidas que están llevando a cabo en su lucha es, crear un grupo de 'whatsapp' para tener comunicación directa y fluida todos los vecinos, van a poner pancartas reivindicativas en los balcones de sus casas y una gran pancarta en la entrada de la urbanización, para que todos los que pasen por la zona conozcan el problema. También van a reactivar la asociación de vecinos, que aunque lleva años inactiva no está de baja, y también van a crear una plataforma para luchar conjuntamente con otras localidades que están afectadas por problemas similares.

Los residentes han iniciado una recogida de firmas contra el proyecto.

Los residentes han iniciado una recogida de firmas contra el proyecto. / Juanlu Iglesias

Los vecinos han evaluado de forma positiva el gran impacto que han tenido en los medios con los pocos días que llevan de lucha. Incluso han conseguido ser portada de Diario de Mallorca, con lo que han logrado que "sea un problema bien conocido por todos los vecinos del término". No obstante, creen que no deben cesar en sus reivindicaciones y deben seguir presionando.

Aunque son conscientes de la crisis habitacional que existe en Mallorca, en este caso se pretenden construir sesenta viviendas en una zona poco segura y con una alta densidad de población, lo cual "va a traer problemas para todos". Una vecina ha comentado que ella vino a vivir a esta zona para "ganar calidad de vida, pero ahora esta calidad de vida se va a perder".

Los residentes creen que lo que dijo la regidora Esperanza Català en la reunión con los vecinos, de que el Ayuntamiento no puede hacer nada al respecto si todo cumple los requisitos legales, es cuestionable. De hecho, están convencidos que el Ayuntamiento puede comprar el solar y recalificarlo. El proyecto ahora mismo está pendiente del informe de Recursos Hídricos, aunque creen que la respuesta será positiva y que este informe no tiene un recorrido legal práctico.

Algunas de las pancartas que han exhibido los vecinos de Cas Català.

Algunas de las pancartas que han exhibido los vecinos de Cas Català. / Juanlu Iglesias

Según han comentado, todos estos problemas vienen causados por la ley 3/2024, que pretende aprovechar el suelo urbano existente para poder edificar y no consumir territorio en nuevo crecimiento. Esta ley también permite convertir locales en viviendas, aumentar alturas en edificios ya construidos, acabar edificios inacabados y convertir hoteles en viviendas, entre otras cosas. Uno de los vecinos ha comentado que esta ley está recurrida, pero en caso de que prosperase este recurso, "habrá pasado tanto tiempo que las viviendas ya estarán construidas y podría ocurrir lo mismo que pasó con Son Espases". Entonces entrarían en el principio jurídico de proporcionalidad, con lo que no se derribarían las viviendas, en las cuales se supone que ya habrá gente viviendo.

Tampoco se creen que las viviendas vayan a ser de precio tasado ya que, según los vecinos, "los números no dan". Les parece imposible que sea un proyecto rentable, por lo que temen que al final haya "algo escondido en este proyecto".

La reunión ha acabado con todos los vecinos sacando tarjeta roja a los responsables de que este proyecto se pueda llevar a cabo y mostrando pancartas con frases reivindicativas como 'Marga Prohens, tu decisión afecta a todos'.

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