Crisis de gobierno

¿Habrá moción de censura en Bunyola? Los partidos de izquierda responden

¿La alcaldesa Marian Serralta (PP) acabará la legislatura gobernando en minoría en Bunyola? ¿La oposición buscará una moción de censura? Las incógnitas son muchas tras la ruptura del pacto de gobierno con SOMAvi-El Pi. De momento, los grupos de la izquierda se muestran a la expectativa y con la voluntad, aseguran, de «trabajar por el pueblo».

Marian Serralta con el equipo de gobierno de PP y SOMAvi-El Pi y representantes del PP balear.

Marian Serralta con el equipo de gobierno de PP y SOMAvi-El Pi y representantes del PP balear. / Ayuntamiento de Bunyola

Iñaki Moure

Iñaki Moure

A Bunyola se le conoce por ser un pueblo tranquilo, rodeado de paisajes de postal y donde la vida discurre en los márgenes del estrés palmesano. Una calma que no se corresponde con lo que sucede en su sede consistorial. Desde el principio de la legislatura, la gobernabilidad del municipio ha estado marcada por las dimisiones, las tensiones internas y, actualmente, por la incertidumbre acerca de lo que deparará el futuro. Como dice un miembro de la oposición, Bunyola está en una «situación líquida», algo indefinido, incierto.

La ruptura entre el Partido Popular, partido más votado en 2023 (cuatro concejales), y SOMAvi-El Pi (tercero, con tres ediles), no ha sorprendido a nadie en el pueblo. La mala relación se hizo bien visible desde el principio de mandato, donde ya hubo una primera gran crisis, que se saldó el pasado mes de agosto con la salida del alcalde Juan Antonio Riera, del PP.

La renuncia, revestida de «motivos personales», se produjo apenas un par de meses después de que SOMAvi-El Pi evidenciase su malestar contra el alcalde por su gestión municipal. «Los plenos se han convertido en un auténtico despropósito. El alcalde pisotea continuamente nuestras áreas», llegaron a afirmar desde la coalición.

Marian Serralta

A Riera le sustituyó Marian Serralta, una mujer muy conocida en el pueblo, con un carácter más afable. Parecía que así se abría la puerta a un mejor entendimiento con los socios de SOMAvi-El Pi. Pasados unos meses, se evidenció que no era así. Dos han sido los principales puntos de choque entre ambos socios.

En primer lugar, la gestión del área de Personal, en manos del cabeza visible de SOMAvi-El Pi, Miquel Ballester. La propia alcaldesa reconoció a este diario que en ese departamento había un problema, después de que en los últimos meses varios trabajadores municipales se hayan ido del Ayuntamiento, entre ellos casi la mitad de la plantilla de la Policía Local.

Los ya exsocios del PP contraatacaron enfatizando la gestión de Ballester y advirtiendo de importantes desviaciones presupuestarias del PP, sobre todo en el área de Fiestas. «La situación es insostenible», advirtieron esta semana. Al día siguiente, el pacto se rompió. Unos dicen que los echaron y otros que se fueron antes. Como sea, el PP ha pasado a gobernar en solitario con sus cuatro ediles, cuando la mayoría absoluta se fija en siete concejales. 

Hora de sumar

Es hora, por tanto, de sumar en Bunyola. Pero los populares no lo tendrán fácil. Esquerra Oberta (EOB), con tres regidores, es una fuerza llamada a tener un papel determinante en los juegos de alianzas. 

«Ahora debe trabajarse por el municipio y los vecinos. El grupo político que quiera trabajar nos encontrará con la mano extendida. Tienen que acabarse las cosas mal hechas»

Joan Luna

— Portavoz de Esquerra Oberta de Bunyola

En el extremo ideológico del PP, un acuerdo de legislatura parece algo utópico. «Ahora debe trabajarse por el municipio y los vecinos. El grupo político que quiera trabajar nos encontrará con la mano extendida. Tienen que acabarse las cosas mal hechas», dijo ayer a este diario el portavoz de EOB, Joan Luna, que apuntó que «el PP tiene el reto de gobernar en minoría». No rechazó la posibilidad de llegar a acuerdos puntuales, pero sí descartó un pacto de gobernabilidad «con unos mínimos», como les han tanteado en esta legislatura desde el PP. 

En este tipo de crisis municipales, parece inevitable que salga el concepto de moción de censura. EOB y PSOE suman cinco ediles. Con SOMAvi llegarían a ocho, mayoría absoluta. ¿Se contempla en Bunyola? Luna es claro: no lo contemplan. Y esgrime las diferencias personales de su grupo municipal con Ballester. 

¿Y desde el PSOE cómo se ve el panorama? El regidor Carles Bona explica que lo que toca ahora es disipar la niebla de acusaciones mutuas entre los ya excompañeros de gobierno. «Los del PP dicen que SOMAvi sólo quiere beneficiar a Palmanyola. Y estos responden que hay desviaciones presupuestarias. Lo primero que queremos es saber exactamente qué ha pasado», apunta Bona, quien recalca que, en todo caso, buscarán «lo mejor para el pueblo».

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