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Conocimiento previo a la intervención

El municipio de Manacor.

El municipio de Manacor. / .

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Visitar Manacor de forma esporádica significa percatarse de que unos comercios, tanto antiguos como noveles, han cerrado y, en menor proporción, han abierto otros. Es uno de los exponentes más irrebatibles de la dificultad que comporta hoy en día sostener una tienda o cualquier otro servicio profesional que requiera portal abierto. Pero, además, en el caso de Manacor, es imposible adentrarse en la ciudad, desde cualquiera de sus accesos, sin bordear centros comerciales y franquicias de todo tipo. La desproporción es mayúscula. El comercio local tradicional de estructura profesional autónoma y concepción familiar lo tiene muy difícil para subsistir. Donde ha cerrado una tienda ahora puede aparcar con mayor facilidad un repartidor de venta online.

Hace tiempo que las asociaciones de comerciantes desprotegidos reclaman auxilio y también que el Ayuntamiento promete ayuda y confiesa devoción y admiración por las tiendas de toda la vida que sin embargo fenecen por falta de clientes. Pero todo se queda en un eslogan del montón. Se confirma la sospecha de que, pese al tiempo transcurrido, no se ha ido más allá de la campaña institucional formal, la etiqueta de comercio emblemático en la puerta y la subvención puntual. No se ha empezado por el principio. Faltaba conocer con diagnóstico certero algo tan elemental como el estado real, letrero a letrero, de los comercios y sus necesidades y probabilidades de futuro. En esas estamos ahora.

Después de haber iniciado la geolocalización de establecimientos, incluidos los vacíos, el Ayuntamiento se confabula ahora con el Politècnic Llevant para realizar una evaluación certera que permita dar credibilidad a un observatorio capaz de dar una visión clara del estado económico y la oferta comercial de Manacor. A partir de ahí se podrán adoptar decisiones estratégicas y políticas consecuentes. En mente están 600 portales comerciales con un 12% de ellos cerrados.

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